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SAO PAULO

Haddad comienza su carrera por la Presidencia con el apoyo de Lula

El exministro Fernando Haddad inició ayer en Sao Paulo su campaña como candidato presidencial por el Partido de los Trabajadores. El martes, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, en prisión, renunció a disputar la Presidencia tras los vetos judiciales y nombró a Haddad, su compañero de fórmula, nuevo abanderado del PT.

Fernando Haddad tiene fuertes posibilidades de llegar a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil como la voz de Luiz Inácio Lula da Silva en la campaña. Las últimas encuestas de Datafolha e Ibope colocan a Haddad en quinto lugar, con entre un 8% a 9% de intención de voto, frente al casi 40% que ostentaba Lula antes de ser excluido de la campaña.

Pero Haddad, un abogado y exprofesor universitario de 55 años, poco conocido del electorado, tiene ahora el viento a favor para lograr captar el máximo número de votos posibles de Lula da Silva. Además del apoyo de Da Silva, que cuenta con una poderosa maquinaria electoral, dispondrá del segundo mayor tiempo de propaganda gratuita de radio y televisión.

«Con todo esto, es muy difícil que no llegue a la segunda vuelta. Es solo una cuestión de tiempo que el electorado reconozca a Haddad como el candidato de Lula», indicó AFP Lincoln Secco, historiador de la Universidad de Sao Paulo y autor del libro “Historia del Partido de los Trabajadores en Brasil”.

Uno de sus retos será arañar votos a Ciro Gomes, muy fuerte en el pobre nordeste de Brasil, que concentra casi el 30% de los votos del padrón electoral. Gomes, un exministro de Lula, está en segundo lugar en los sondeos, con entre el 11% y el 13%, detrás del ultraderechista Jair Bolsonaro (de 24% a 26%).

«En la primera vuelta Haddad va ser la voz de Lula, para mantener un electorado cautivo, pero en la segunda, la tendencia es que gane autonomía y muestre su perfil más moderado dentro del PT», opinó Thomaz Favaro, analista político para Brasil de Control Risk, una consultora de gestión de riesgos. Quienquiera que resulte electo presidente de Brasil heredará un país con una creciente deuda, un tímido crecimiento y elevado desempleo, que según muchos economistas deben tratarse con severos ajustes fiscales. «Cualquier candidato que sea electo tendrá una dificultad enorme para gobernar. Haddad tendría que encontrar un equilibrio entre su espíritu más conciliador y su partido, que tiene un programa más radicalizado que en elecciones pasadas», añadió Favaro.

Candidata a la Vicepresidencia

La compañera de fórmula de Haddad será la diputada comunista Manuela D’Ávila, quien se define a sí misma como feminista y revolucionaria. Graduada en periodismo después de cursar casi completa la carrera de Ciencias Sociales, D’Avila, de 37 años, se afilió al Partido Comunista do Brasil (PCdoB) en 2001 y tres años después, a sus 23, fue electa concejal de Porto Alegre, la capital de Rio Grande do Sul (sur). A los 25 fue elegida diputada federal, la más votada de su estado, y fue reelegida en 2010 con el mayor número de votos en todo el país.

Durante sus dos legislaturas en Brasilia lideró proyectos de ley enfocados en la juventud, presidió la Comisión de Derechos Humanos y fue líder de la bancada comunista.

Defiende la legalización del aborto y propone una nueva política de drogas, dos temas generalmente tabú en Brasil.

De camiseta blanca con la inscripción «Lula Libre», lloró junto al expresidente brasileño, cuando este se atrincheró en abril en el Sindicato de Metalúrgicos en Sao Bernardo do Campo (Sao Paulo) antes de entregarse a la justicia para cumplir una pena de 12 años de cárcel.

Este año, D’Ávila se lanzó a la carrera por la Presidencia brasileña, primero como precandidata del PCdoB, que acabó aliándose al PT.

Repunte de dos puntos de Bolsonaro

El candidato del Partido Social Liberal (PSL) a la Presidencia de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, ha registrado un aumento de los apoyos de cara a las elecciones presidenciales.

Una encuesta de intención de voto publicada el lunes por Datafolha señala que el candidato tiene un 24% del respaldo, 2 puntos porcentuales más de los que tenía antes de ser atacado por Adélio Bispo de Oliveira, de 40 años.

Según el último parte médico, ayer se mantenía «estable, sin fiebre y sin señales de infección», aunque dejó de ingerir alimentos debido a una «distensión abdominal». El martes, los médicos le habían retirado la alimentación intravenosa.

Bolsonaro, un nostálgico de la dictadura militar y con un largo historial de declaraciones machistas, homófóbas y racistas, no tiene una previsión de alta lo que le ha obligado a volcar su campaña a través de las redes sociales. Su familia duda de que pueda volver a participar en actos antes del 7 de octubre.GARA