Dos israelíes, un hombre y una mujer de 35 y 28 años, murieron ayer tras ser disparados con un arma automática por un palestino en la zona industrial de Barkan, contigua a una colonia en la Cisjordania ocupada. Otra mujer resultó herida.

Según el Ejército sionista, el autor del tiroteo es un joven palestino de 23 años, residente en Shweika, cerca de Tulkarem, descrito como un «lobo solitario», que trabajaba en la misma fábrica donde se produjo el ataque y se dio a la fuga. «El terrorista tenía un permiso de trabajo y estaba trabajando en la zona, aunque hacía días que faltaba al trabajo», señaló el portavoz militar, teniente coronel Yonathan Conricus, quien admitió que el ataque pudo obedecer también a otras razones, que no detalló.

Los fallecidos y el atacante trabajaban en el Grupo Alón, que fabrica sistemas para tratamiento de desechos.

La zona industrial está situada junto a las colonias de Barkan y Ariel, en territorio palestino ocupado por Israel desde hace más de 50 años. Según Conricus, Barkan «es uno de los pocos ejemplos de coexistencia, en el que trabajan unos 3.300 palestinos e igual número de israelíes« y advirtió que ahora tendrán que «revisar la situación».

El presidente israelí, Reuven Rivlin, indicó que es «un ataque contra la posibilidad de que israelíes y palestinos coexistan pacíficamente».

La Yihad Islámica calificó el ataque de «respuesta natural a los crímenes de la ocupación en Gaza, Jerusalén y Jan al-Ahmar», la aldea beduina que los israelíes prometieron demoler.

Es el segundo ataque en menos de un mes contra israelíes en Cisjordania.