Agustín GOIKOETXEA
BILBO
Entrevista
CARLOS FONSECA
PERIODISTA Y ESCRITOR

«A todos los muertos de aquella época, como Yolanda, habría que recordarlos»

«La Transición no fue el periodo modélico que muchos políticos pregonan, sino una etapa conflictiva y trágica», defiende Carlos Fonseca, autor de ‘‘No te olvides de mí’’. Se trata de un libro en el que el periodista y escritor indaga en torno a lo que rodeó a la muerte de la joven deustuarra Yolanda González Martín, militante del PST, a manos de un comando ultraderechista en Madrid en febrero de 1980.

¿Por qué ahora un libro sobre lo que rodeó a la muerte de Yolanda González?

Escribí hace unos años un libro sobre los últimos fusilamientos del franquismo y hablando con uno de los abogados, que era José Mariano Benítez de Lugo, surgió la idea. El caso lo conocía, porque Yolanda era del 61 y yo soy del 59. Estudiaba Periodismo en la Complutense y no este, sino otros más, formaban parte de las movidas cotidianas. Me parece que la Transición se nos ha vendido un poco como un periodo de consenso, que no pasaba nada, y pensé que este asesinato me daba pie para hablar de aquella época y también para reivindicar a una generación, que entonces tenían diecimuchos y veintipocos años, y que fueron también protagonistas.

Percibo un tono muy humano.

No pretendía hacer un libro de historia. Los acontecimientos los protagonizan personas que tienen padres, novios, hermanas, hacen cosas... Se ha trasladado la idea de que la Transición fue producto del buen hacer del rey y Suárez y hay otro montón de personas anónimas, que en este caso lo simbolizamos en Yolanda, que se comprometieron políticamente y que a algunos les costó tan caro como que perdieron la vida.

Es un poco recuperar a la gente que hemos dejado en la orilla de la historia. El tema del asesinato de Yolanda, aunque es cierto que hubo muchos de estudiantes por disparos al aire de la Policía, por grupos ultras, el de Yolanda reunía unas características que eran especialmente crueles y brutales, que es ir a tú casa, secuestrarte, llevarte a un descampado y pegarte dos tiros a sangre fría. Era un paseo de los que daban los falangistas.

Nunca se juzgó la complicidad de miembros de las FSE. ¿Impunidad es una palabra clave?

Impunidad no porque al final fueron condenados. No se juzgó probablemente a toda la gente que pudo estar implicada. Hubo unos autores materiales que fueron detenidos y se consiguió subir un escalón más, que era David Martínez Loza, el entonces jefe nacional de Seguridad de Fuerza Nueva al que la sentencia señala como la persona que ordena interrogar a Yolanda. ¿Se podía haber llegado más? Cuando se lo he preguntado a los abogados, subrayaban todas las dificultades que les pusieron: el sumario se intentó cerrar en diciembre del 80 sin que ellos hubieran interrogado a los acusados; el fiscal y el juez calificaban los hechos de homicidio… Es que hubo una batalla tremenda; hubo que reabrir la causa... Entonces, me decían: vamos a ver, teníamos a los autores materiales, a un siguiente escalón en la persona de Martínez Loza, nos dio miedo que si abríamos mucho el abanico todo se dispersara y termináramos quedándonos sin nada. De manera que preferimos acotar, llegar hasta donde habíamos llegado después de muchos problemas y quedarnos ahí. ¿Qué hay más? Ellos sospechan que sí y yo también porque hay extremos que están por aclarar.l

Y años después, de nuevo, un periodista destapa que Emilio Hellín es asesor habitual de fuerzas de seguridad, jueces....

Me parece importantísimo el papel jugado por los periodistas. Me contaba José Luis Morales, de la revista Interviú, que fue una casualidad, porque Hellín cuando estaba en Paraguay se sentía muy arropado… Era un próspero empresario. Hay una feria y resulta que no solo le entrevistan sino que le hacen una foto. A José Luis le avisa un amigo de que ha salido en el periódico este fulano al que llevan tres años buscándole. Se va con un fotógrafo y es el que lo denuncia. Digamos que pone en marcha la maquinaria de la extradición. Coinciden algunas circunstancias que ayudan, porque el régimen de Stroessner cae en febrero del 89. Es derrocado por su consuegro, que intenta dar como una pátina de cambio. Ese gobierno para dar esa imagen gestiona una visita de los reyes de España a Asunción. Se conjuga esa denuncia y que el régimen, posiblemente, quiera tener un gesto. Después de un año, le extraditan. Ingresa en prisión, cumple condena y sabemos de su nueva ocupación como perito policial y judicial tras la información de Irujo.

Tras esa investigación sobre los ‘‘trabajos” de Hellín en 2013, se pidieron explicaciones al Gobierno y no se lograron.

Asier, el hermano de Yolanda, y Alejandro Arizkun estuvieron con el ministro, que confirmó que había sido contratado y cobrado 150.000 euros. Fernández Díaz dijo que eso pasó con los que estaban antes. Es cierto que los contratos son en la época de Rodríguez Zapatero. Termina el periodo de sesiones, decaen las preguntas, no se contestan y acaba con que no sabemos más allá de que trabajó y cobró.

La actitud del PP es clara, ¿y la del PSOE? No fueron pocos los militantes del PST, el partido de Yolanda, que acabaron en sus filas.

No me sorprende tanto esa posición. Me refiero a que hay juicio, condena, va al Supremo y se ratifica. Lo que había que haber hecho, había que haberlo hecho en los dos años que continuó la instrucción. Después, resulta complicadísimo reabrir una causa ya juzgada, salvo que tengas unos indicios clarísimos de que hay otros imputados. Tampoco olvide la época, porque Franco muriese en el 75, esto no era una democracia. En el año 79, tenemos la operación Galaxia, una intentona golpista que se desbarató, y un año después del asesinato de Yolanda, tiene lugar el 23 de febrero. Estamos hablando de un periodo sumamente complicado.

Ahora, puede que haya documentación a la que no he tenido acceso, que no sé si aportara más luz. Si apareciera y aún vive algún implicado que no conocemos, los hechos han prescrito.

¿Reivindica la figura de víctima de Yolanda González

Se le reconoció como víctima allá por el año 2000. Digamos que no fue de oficio, sino que el abogado Benítez de Lugo tuvo que pleitear. Reivindico que a todos los muertos de aquella época, como Yolanda, habría que recordarlos. Muchas veces, hemos acotado los reconocimientos a las víctimas de ETA y dejado fuera a víctimas de atentados como este de la extrema derecha porque dicen que no se puede hablar de banda armada, que eran grupos incontrolados. Es el debate que hubo incluso cuando el juicio de los GAL, que no se les condenó por pertenencia a banda armada.