Ion SALGADO
JORNADAS «PRISIÓN Y GÉNERO»

REDES DE APOYO ENTRE PRESAS PARA LUCHAR CONTRA LA DESIGUALDAD

MARÍA RUIZ, PROFESORA DE LA UPV-EHU, EXPLICÓ AYER EN GASTEIZ LA DISCRIMINACIÓN QUE PADECEN LAS MUJERES PRESAS, QUE CREAN REDES DE SOLIDARIDAD Y APOYO EN EL INTERIOR DE LA PRISIÓN. ES UN MÉTODO DE RESISTENCIA ANTE LA FALTA DE LIBERTAD.

María Ruiz, profesora del Departamento de Filosofía de los Valores y Antropología de la UPV-EHU, lo tiene claro. El sistema penitenciario es «androcéntrico, sexista y discriminatorio para las mujeres», que se ven abocadas a poner en marcha prácticas de resistencia para hacer frente a la desigualdad. Crean redes de solidaridad y apoyo mutuo en el interior de la prisión para poder sobrellevar la falta de libertad.

Ruiz, que intervino ayer en las jornadas “Prisión y género”, organizadas en Gasteiz por la Red Estatal de Organizaciones del Entorno Penitenciario (Rosep) y Espetxe Sarea Euskadi-Nafarroa (Esen), censuró la dureza del sistema penitenciario vigente en el Estado español, donde los delitos relacionados con el tráfico de drogas están «sobrepenalizados», las medidas alternativas al ingreso en prisión «apenas se utilizan», y el índice de encarcelamiento es «muy alto, también en el caso de las mujeres».

En este sentido, recordó que en el Estado las mujeres representan el 7,48% de la población presa. Un porcentaje que aumenta hasta el 9,25% en el caso de la CAV, muy lejos del 6,1% de Europa. «Estos datos nos deberían hacer reflexionar», indicó antes de explicar que en las prisiones hay una «sobrerrepresentación» de colectivos vulnerables, en alusión a las mujeres extranjeras, gitanas o drogodependientes. Cabe señalar que más de 40,5% de las presas están en la cárcel por delitos contra el patrimonio, mientras que el 30,9% lo están por delitos contra la salud pública, terminología empleada para referirse a la droga.

Para la mayoría el paso por la prisión supone una experiencia traumática. «Afirman que es una de las perores experiencias de sus vidas, llena de sufrimiento, y que les ha causado muchas pérdidas. Cuestionan los objetivos de reinserción y dicen que lo que prima es el castigo. Lo compararan con una pesadilla o con una agujero sin fondo», señaló Ruiz, quien hizo hincapié en que la propia estructura de la cárcel está pensada para los hombres. Por ello son necesarias las prácticas de resistencia.