EDITORIALA
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La segregación refleja el fracaso del modelo escolar

La consejera de Educación del Gobierno de Lakua, Cristina Uriarte, presentó ayer en rueda de prensa un estudio sobre la escolarización del alumnado de origen extranjero en la CAV. Los datos señalan que mientras en la red concertada el porcentaje coincide aproximadamente con el de población extranjera en la sociedad, en la red pública los estudiantes extranjeros son más del doble de su peso en la población total. Esta desproporción disminuye un poco en educación secundaria, pero sigue siendo muy relevante. La consejera subrayó que esa escolarización diferenciada se da también dentro de cada una de las redes al haber grandes diferencias entre centros, si bien es cierto que es mucho menor entre los centros de la red concertada.

Si pretendía quitar hierro a la cuestión de la segregación en la escuela, no lo consiguió. El estudio viene a ratificar lo que ya se sabía, que la mayoría de estudiantes extranjeros están matriculados en la red pública y especialmente en algunos de sus centros. No se trata, por tanto, de un fenómeno coyuntural, sino de una falla estructural del actual sistema educativo que no solo reproduce las desigualdades sociales, sino que también las produce. Una cuestión que merece una reflexión más profunda y sosegada, como la que proponía la Iniciativa Legislativa Popular contra la Segregación Escolar que hace ahora un mes fue rechazada en el Parlamento con los votos de PNV, PSE y PP. De nada sirvió el apoyo social, sindical y político que recogió.

La clave de bóveda de la segregación que muestra el informe presentado ayer hunde sus raices en el actual sistema educativo a dos velocidades que, al tiempo que favorece la educación concertada, debilita a la escuela pública. Y es precisamente la escuela pública el eje imprescindible para avanzar hacia un sistema educativo inclusivo, equitativo y no segregador. El respeto a la diversidad y la equidad deberían ser las señas de identidad de una escuela que apueste por la igualdad y la cohesión social.