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WASHINGTON

La agridulce victoria demócrata no aclara la elección del rival de Trump

Animados por su mayoría en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, los demócratas se fijan ya en las elecciones presidenciales, pero con una victoria no tan contundente como había previsto y sin un liderazgo claro frente a un Donald Trump que ha consolidado sus apoyos, aún deben ganar votantes en los próximos dos años. Sus victorias en el Medio Oeste, el aumento del voto popular nacional y el respaldo del voto hispano alientan sus expectativas.

Cuando aún no se han retirado las pancartas de apoyo a los candidatos para las elecciones de medio mandato –en las que los demócratas consiguieron la mayoría de la Cámara de Representantes, pero sin llegar a la «marea azul» que conquistara bastiones republicanos claves–, los demócratas ponen ya la vista en las presidenciales de 2020.

«Vamos a continuar organizándonos, movilizándonos y luchando. Y es así como vamos a recuperar el Senado y la Casa Blanca en 2020», afirmó el líder del partido, Tom Perez, ya en la medianoche de la jornada de votación.

Pero el tiempo apremia para que potenciales candidatos demócratas presenten una alternativa sólida frente a un omnipresente Donald Trump, que ya ha anunciado que se presentará en 2020 y ha confirmado un potente apoyo entre los votantes republicanos a los candidatos más afines a su perfil.

La estratega demócrata Dena Grayson se muestra optimista y cree que el partido se beneficiará de un fuente impulso que ha hecho surgir numerosos nombres en la Cámara de Representantes, varios puestos de gobernadores y, sobre todo, de los nueve puntos de ventaja sobre los republicanos en el voto nacional.

Triunfos y derrotas

Pero, de momento, la edad de los principales aspirantes supera los 70 años, como el exvicepresidente Joe Biden (78), el excandidato a la Presidencia Bernie Sanders (79) y la senadora Elizabeth Warren (71), que lideran las preferencias.

Una de las nuevos rostros que despertaba entusiasmo, el candidato al Senado Beto O’Rourke habría tenido una gran oportunidad desde la plataforma que supone la Cámara Baja, pero no consiguió vencer al republicano Ted Cruz en Texas. El politólogo Larry Sabato recuerda el caso de quien perdió su elección en el Senado y se convirtió en presidente, si bien se remonta a... Abraham Lincoln.

Entre las alternativas se encuentran Kamala Harris, de 54 años, y Cory Booker, de 49, ambos negros, o la senadora Kirsten Gillibrand (51).

Pero por encima de las figuras políticas que han surgido al margen del establishment demócrata, siguen encontrándose los candidatos «moderados», alineados con la dinámica tradicional del partido. Y entre ellos destacan algunos de los que han conseguido victorias en el Medio Oeste, en estados que fueron claves para el triunfo de Trump en 2016.

Dany Grayson obtuvo su escaño en el Senado por Ohio; Amy Lobuchar fue reelegida en Minesota –que podría convertirse en uno de los estados bisagra en 2020– y, al igual que Harris y Booker, se hizo notar en las audiencias del juez Brett Kavanaugh, acusado de agresiones sexuales. Electos y exelectos con nombres conocidos completan la lista: el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo; el exgobernador Deval Patrick; el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, así como exmiembros del Gobierno de Barack Obama, como Eric Holder, exsecretario de Justicia.

Una lista demasiado abierta todavía para concretar las aspiraciones demócratas, que también asientan sus esperanzas en la evolución del voto en el Medio Oeste y el denominado «Cinturón de Óxido» (Rust Belt) de estados industriales. Minnesota, Kansas, Michigan o Illinois, algunos de los cuales votaron a favor de Donald Trump en las presidenciales de 2016, fueron algunos de los triunfos de los opositores, que ampliaron su dominio en las áreas urbanas.

La victoria de Trump se debió en gran parte a su margen de victoria en tres estados clave: menos de 80.000 votos repartidos entre Michigan, Wisconsin y Pensilvania.

También en Nevada, el Partido Demócrata constató otro de sus avances al arrebatar tanto la representación en el Senado como el puesto de gobernador a los republicanos.

En las elecciones a gobernador, los demócratas ganaron también en Michigan, Wisconsin y Pensilvania. Pero los republicanos obtuvieron una importante victoria en la Gobernación de Ohio.

Además, fracasó una de las grandes esperanzas del Partido Demócrata y en uno de los estados que pueden ser clave en las presidenciales, Florida, donde Bill Nelson ha reclamado un recuento de votos tras perder por cerca de 35.000 sufragios en la votación al Senado. Además, la fuerte apuesta para gobernador de Andrew Gillum, respaldado por Obama y Sanders, tampoco resultó ganadora. Con todo, Nelson no daba ayer no da por pérdida su reelección, y aseguró que el resultado de las votaciones aún es «desconocido» y puede sumar «un sustancial» número de votos. El proceso de recuento había reducido ayer la diferencia a 22.000 votos. A su vez, en Indiana, la opción de un candidato más derechista tampoco sirvió a los demócratas, Con un discurso enfrentado a la «izquierda» del partido y lleno de guiños al votante de Trump, Joe Donnelly perdió frente al republicano Mike Braun el puesto en el Senado.

Así, los republicanos lograron sumar entre dos y tres escaños a su mayoría en la Cámara Alta, a falta de que se resuelvan las contiendas en Arizona, Florida y Misisipi y confirmaron su pujanza en la mayoría de estados que Trump ganó en 2016.

Voto latino

Otra de las esperanzas demócratas de cara a las presidenciales es el aumento del voto popular nacional. Si con Hillary Clinton, aventajaron en tres millones de votos a los republicanos, en estas elecciones, los han superado por unos 13 millones en el Senado y cuatro millones en la Cámara de Representantes.

Buena parte de este crecimiento se ha basado en el voto hispano. El 74% de los hispanos que votaron el martes lo hicieron por candidatos demócratas a la Cámara de Representantes, según una encuesta de la firma de investigación Latino Decisions, que subrayó que «latinos fueron un componente clave para que el poder de la Cámara cambiase hacia el Partido Demócrata».

La presencia latina en el Capitolio también aumentará, ya que 42 políticos ganaron sus comicios y marcaron un nuevo registro histórico que podría llegar hasta 43 en función de los resultados pendientes.

Un exmarine mata a 12 personas en un tiroteo en California

Un exsoldado armado con una pistola mató a 12 personas e hirió a otras 25 al abrir fuego la noche del miércoles en un bar abarrotado de estudiantes de Thousand Oaks, cerca de Los Ángeles. El hombre entró poco antes de las 23.30 al Borderline Bar and Grill, donde se celebraba una fiesta a la que asistían varios cientos de jóvenes.

El sheriff del Condado de Ventura, Geoff Dean, identificó al atacante como Ian David Long, un exmarine de 28 años que fue hallado muerto en el lugar. «Creemos que se disparó», dijo Dean, que describió a la prensa «una escena horrible» con«sangre por todos lados». El sheriff precisó que Long estaba armado con una pistola Glock comprada legalmente, y equipada con un cargador más grande que el de diez balas para el que está normalmente concebida. Dean explicó, además, que la Policía ha tenido «contacto con Long a lo largo de los años por eventos menores» y que en abril fue atendido por expertos en sicología de la Policía por comportarse de «manera irracional». Varios testigos describieron a un hombre grande, completamente vestido de negro, con gafas y barbudo o con el rostro tapado. «Sacó un arma y comenzó a disparar», relató a AFP Holden Harrah, un joven de 20 años que tuvo que arrastrarse» para escapar. Varios de los presentes aseguraron que el agresor también lanzó bombas de humo en el interior.

Matt Wennerstron, un estudiante asiduo del lugar, dijo que el atacante «hizo tantos disparos como pudo. Cuando empezó a recargar sacamos a la gente y no miramos hacia atrás». «Disparó mucho, al menos una treintena de veces. Todavía escuchaba los tiros cuando todo el mundo había abandonado el bar», señaló otro testigo. «Todo el mundo se tiró al suelo rápidamente. Todo el mundo quería salir lo más rápido posible», relató una joven que escapó junto a una amiga por una ventana de la cocina.

Jason Coffman esperaba noticias de su hijo Cody, de 22 años. «La última vez que lo vi, me dijo adiós y se fue al Borderline», decía sollozando. Unos minutos más tarde recibió una llamada telefónica y se hundió en lágrimas.GARA