Jon ORMAZABAL
Pelota

Los gigantes del Navarra Arena

El talento y la magia de Jokin Altuna defienden txapela ante el empuje y el estado de forma de Joseba Ezkurdia en una final de pronóstico incierto. Jokin Etxaniz nos acerca a las claves de esta primera final en el nuevo frontón iruindarra, la primera sin botilleros.

Muchas ciudades tienen sus gigantes, pero ninguno como los de Iruñea. Acompañados por una corte de cinco cabezudos y seis kilikis, estos personajes que representan a cuatro parejas de reyes y reinas del mundo acaparan la atención de los más txikis durante los mediodías de sanfermines, con sus danzas y bailes por las calles de la vieja Iruñea. Otra pareja de enormes pelotaris, Jokin Altuna y Joseba Ezkurdia, hará que la atención del universo pelotazale se centre esta tarde a unos tres kilómetros y medio, en la nueva plaza iruindarra, el megalítico Nafarroa Arena, que se estrena como sede de una gran final, la del Cuatro y Medio. Otra final de la jaula, la que Patxi Eugi y Jorge Nagore disputaron en el año 2000, es la única que se ha disputado en la capital navarra, un referente con pocos o ningún parecido con el actual.

Los dos mejores delanteros de este 2018 –además de la txapela del acotado se juegan el liderato del ranking– se miden esta tarde en un partido de pronóstico incierto al que hemos querido acercarnos de la mano de Jokin Etxaniz, técnico de Aspe, promotora que cerrará un año inmejorable, aglutinando todos los títulos y casi todos los finalistas, con la excepción de Olaizola II en el Manomanista.

«A decir verdad veo una final muy abierta. A Joseba Ezkurdia lo veo a ese grandísimo nivel que ha mostrado durante todo el campeonato, pero Jokin Altuna será otro muy distinto al que vimos en la segunda jornada de la liguilla en Donostia –con victoria del de Arbizu por 10-22–. El Altuna actual no tiene nada que ver con aquel, tiene muchísima más confianza, tanto con la izquierda como con la derecha, ha cogido mucho más ritmo como se vio en la semifinal ante Oinatz, ha jugado dos partidos de mucho compromiso ante Víctor y el propio Bengoetxea y ha tenido otros 15 días más para prepararse. Viendo todo eso intuyo que puede salir un partido duro y competido, pero luego saldrá lo que salga».

Y es que las finales son partidos diferentes, por eso las 3.000 butacas del nuevo frontón iruindarra se han quedado escasas para atender a toda la expectación creada, por mucho que resulte complicado ver equilibrio en este tipo de partidos. No obstante, Jokin Altuna sí que parece una garantía en ese sentido, porque la de hoy será su tercera final de la jaula consecutiva y las dos precedentes se decidieron en el último tanto –a favor de Oinatz Bengoetxea en 2016 en el Ogeta gasteiztarra y del amezketarra el año pasado en el Bizkaia ante Urrutikoetxea–. Por ese lado, la incógnita se centra en la respuesta que pueda dar Joseba Ezkurdia en su primera final individual. «Es verdad que es su primera final individual, pero por el momento lo he visto tranquilo, le veo con confianza, pero habrá que ver», apunta el de Bergara sobre la respuesta del de Arbizu ante un recinto mucho más cercano que el de Miribilla, donde se caló la txapela del Parejas junto a Zabaleta.

Lucha de estilos

Al margen de esa pugna entre la solvencia del amezketarra y el estado de forma del de la Sakana, la final de esta tarde también presenta una muy atractiva lucha de estilos entre la sutileza y la magia del guipuzcoano y la potencia y la velocidad de Ezkurdia.

«En principio sí que es una lucha entre dos etilos muy diferentes, aunque también es verdad que el Cuatro y Medio iguala un poco las cosas. Pero es cierto que cuando Ezkurdia ha marcado el ritmo del partido los contrarios han sufrido mucho. En esto de la jaula adquiere mucha importancia quién se hace con es centro de la cancha y por ahí creo que el saque puede resultar clave. En los entrenamientos previos hemos visto que la pared izquierda agarra bastante la pelota y que hace algunos extraños si se consigue poner la pelota arrimada, por lo que en caso de acertar con el primer pelotazo se puede hacer mucho daño», explica el expelotari de Bergara.

En este sentido, durante la semana se viene hablando de que las características de la nueva cancha iruindarra, que necesita mucha actividad para pulir esos detalles de todo frontón nuevo, pueden beneficiar a Joseba Ezkurdia, pero Jokin Etxaniz no está del todo de acuerdo con esa afirmación. «Es un frontón bueno para jugar al ataque. Si Joseba no le mete ritmo, Jokin lo hará a la primera que tenga la oportunidad. La pelota anda bien en suelo y es muy difícil de defender si se entra de gancho. Diría que es un frontón de ataque, el frontis es vivo para imponer ritmo y a ver quién es capaz de marcarlo. Joseba tiene un poco más de potencia en su golpe, pero Jokin también sabe poner ritmo en el cuatro y medio», analiza el director técnico de la promotora eibartarra.

El exdelantero de Bergara es posiblemente la persona que más de cerca ha vivido la evolución de los finalistas de esta tarde, a los que pedimos que nos diseccione de cara al duelo por la txapela de la jaula. Con el amezketarra se le acaban los calificativos. «Es un pelotari que siempre da su nivel en una final. es su tercera final consecutiva en la jaula y se dice fácil, pero todavía sólo tiene 22 años. No sé hasta dónde puede llegar, a ver si podemos disfrutar de él durante muchos años. Él lo tiene muy claro, quiere ser el mejor y no se va a conformar con lo que ha conseguido hasta ahora, él quiere más y no se va a relajar con lo que ha conseguido, que ya es mucho. Quiere más y esa actitud es muy buena en un deportista», apostilla.

En el caso de Joseba Ezkurdia, su explosión ha sido algo más tardía, pero contra lo que se está diciendo estos días, reivindica que el delantero de Arbizu ya lleva tiempo compitiendo al mas alto nivel, aunque es cierto que le ha faltado ese lucimiento que da una final. «Joseba lleva muchos años ahí y ahora parece que ha aparecido de repente. Es verdad que le ha faltado ese último paso, ese llegar a 22 que te pone más en el escaparate, pero siempre ha sido un rival contra el que nadie ha querido enfrentarse. Por contra, siempre ha sido un buen compañero para jugar por parejas. Es cierto que la txapela del Parejas le ha dado ese plus que necesitaba para creer en él, para que viese que puede estar en la lucha por los títulos y conseguirlos. Quizá en ese sentido la victoria del Parejas sí que le ha dado ese punto extra que necesitaba».

En definitiva, que los ingredientes parecen los ideales para disfrutar de una gran velada de pelota en Iruñea, aunque por eso de la salsa, quizá se eche en falta la presencia en las sillas del botillero, esa figura que las empresas han decidido sacrificar en pro de no se sabe bien qué. Pero los protagonistas serán los pelotaris y uno terminará bailando de alegría mientras que al otro le quedará caravinagre.