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Una de cada once personas sufre diabetes, principal causa de ceguera

En el Día de la Diabetes, agentes de todo el mundo han alertado de los riesgos y causas de la enfermedad con el objetivo de ponerle freno. La diabetes ocular es la principal causa de pérdida de visión en adultos, y es asintomática, por lo que hay que extremar las revisiones.

Alrededor de 442 millones de personas en el mundo padecen diabetes, es decir, una de cada once personas sufre esta enfermedad. La diabetes puede provocar complicaciones en diversas partes del organismo e incrementar el riesgo de muerte prematura. De hecho, la mayoría de las afectadas desarrolla algún problema de visión asociado a esta enfermedad, lo que se conoce como diabetes ocular.

Como señala el especialista del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (ICQO), Javier Araiz, «basta un dato para poner de manifiesto este problema de primera magnitud: la diabetes ocular es la principal causa de pérdida de visión y ceguera en los adultos de entre 20 y 75 años de países occidentales».

Con motivo del Día Internacional de la Diabetes, agentes de todo el mundo se unieron para alertar de que la prevalencia de la enfermedad está aumentando y, con ella, la afectación a la vista. Aunque las causas son complejas, la diabetes está muy relacionada con el sobrepeso u obesidad y la inactividad física generalizada. Gran parte de los casos podrían prevenirse manteniendo una dieta saludable, una actividad física regular y evitando el consumo de tabaco.

El riesgo de la falta de señales

En Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, el 10,6% de la población sufre diabetes. La mayoría de ellos desarrollará algún problema de visión asociado a la enfermedad, como la retinopatía diabética, cuyo riesgo para desarrollarse es mayor a medida que evoluciona la enfermedad. Se trata de un daño progresivo que afecta a los vasos sanguíneos de la retina (la parte del ojo sensible a la luz) y que puede desembocar en ceguera. Como señala Araiz, es muy importante ser conscientes de que la enfermedad puede permanecer asintomática incluso hasta estadios avanzados, cuando la disminución de la visión puede ser ya irreversible.

Por tanto, el doctor recomienda extremar las revisiones una vez el paciente ha sido diagnosticado de diabetes. Pacientes con duración de la enfermedad inferior a 5 años no suelen presentar ningún signo, mientras que con más de 10 años la retinopatía diabética es del 27% y con más de 30 años, del 90-95%.

Las terapias han pasado a tratar las causas

En la última década hemos asistido a un cambio de paradigma en el tratamiento de la retinopatía diabética. Tal y como indican expertos del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (ICQO), se ha pasado de tratar las consecuencias de la enfermedad a poder tratar las causas que la producen. Los tratamientos actuales de la retinopatía diabética son altamente eficaces para preservar y también prevenir la pérdida grave de agudeza visual.

Las terapias disponibles hoy abarcan, según explican en el instituto, la administración intravítrea de fármacos antiangiogénicos (capaces de inhibir el crecimiento de vasos anormales) y de corticoides, así como la fotocoagulación láser selectiva de la retina y la vitrectomía (cirugía) en casos seleccionados. Aunque estos tratamientos son eficaces, ya que evitan la ceguera en el 90% de los casos y ayudan a frenar el desarrollo de la enfermedad ocular, muchas veces no pueden contrarrestar el daño que ya se ha producido, dada la condición avanzada de la misma.GARA