Rusia bombardeó ayer posiciones de grupos rebeldes sirios en el noroeste de Siria como respuesta a un ataque con gas tóxico en la ciudad de Alepo del que acusó a los grupos rebeldes y yihadistas que controlan la provincia de Idleb y algunas zonas de las de Alepo, Hama y Latakia.

«Los aviones de la Fuerza Aérea rusa llevaron a cabo ataques aéreos. Como resultado de estos ataques, todos los objetivos de los combatientes rebeldes fueron destruidos», anunció el portavoz del ministerio de Defensa, Igor Konashenkov. Moscú indicó que los objetivos eran los grupos que supuestamente perpetraron el ataque químico y adelantó que pedirá explicaciones a Turquía, país garante del alto el fuego en la cercana zona de distensión de Idleb y que apoya a varios de estos grupos.

También el Ejército sirio bombardeó con artillería posiciones situadas dentro de la zona desmilitarizada pactada con Turquía como respuesta al ataque tóxico.

El jefe de la policía de la ciudad, Esam al Shili, indicó a la agencia Sana que «los grupos terroristas atacaron los barrios residenciales de la ciudad de Alepo con cohetes que contenían gases tóxicos, provocando problemas respiratorios entre los civiles». Fuentes médicas informaron de 107 casos de problemas respiratorios.

Por su parte, el opositor Observatorio Sirio de Derechos del Hombre (OSDH) informó de 94 casos de personas con problemas respiratorios, de los que «la mayoría fueron dados de alta». «Hay todavía 31 personas ingresadas en los hospitales pero su estado no es crítico», añadió. Decenas de civiles con mareos y dificultades para respirar, entre ellos mujeres y niños, llegaron al hospital, donde fueron atendidos con máscaras de oxígeno, según pudo constatar el fotógrafo de AFP.

El Frente Nacional de Liberación, la principal coalición de milicias rebeldes en el noroeste sirio, desmintió su implicación en el ataque con gas tóxico. Su portavoz, Naji Mustafa, aseguró que «solo el régimen criminal y su 'panda' poseen (estas armas) y las utilizan en Siria». A su vez, el principal negociador de la oposición siria en el exilio, Nasr al Hariri, reprochó a Damasco que acuse a los rebeldes para tener «un pretexto para lanzar una operación militar al norte de Siria». A lo largo del conflicto, Damasco ha sido acusado por los rebeldes y las potencias occidentales de usar armas químicas, un hecho desmentido siempre por las autoridades sirias, pero que ha provocado que EEUU atacara instalaciones sirias como represalia. Por ello, el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, denunció el doble rasero. «¿Dónde está Occidente para condenar el ataque químico perpetrado en Alepo por los terroristas? El patrón de Occidente: las armas químicas solo se condenan si se supone que las utiliza un enemigo, no un aliado», reprochó Zarif.

Por otra parte, al menos 14 civiles, todos miembros de una misma familia, murieron por bombardeos lanzados por la coalición internacional liderada por EEUU en la ciudad de Al Shaafa, situada en la ribera oriental del río Éufrates. en la provincia siria de Deir Ezzor, donde el Estado Islámico controla parte de su territorio.

Errusiarren bonbak, eraso kimikoari erantzunez

Errusiak eta Siriako Gobernuak talde matxinoei leporatu zieten larunbatean Alepon gas toxiko batekin egindako erasoa. Arnasa hartzeko arazoak zeuzkaten dozenaka pertsona ospitalera eraman behar izan zituzten. Talde matxinoek ukatu egin zuten arma kimikoak erabili izana, baina errepresalia hartuta, hegazkin errusiarrek matxinoen hainbat posizio bonbardatu zituzten atzo. Moskuren esanetan, bertatik jaurti zen eraso kimikoa. Horrz gain, Turkiari azalpenak emateko eskatu zion, Ankarak babesten dituelako Idleb probintzia zein Alepo, Hama eta Latakiako zati batzuk kontrolpean dituzten talde matxinoak.