Todo apunta a que para Facebook 2018 pasará por ser el peor año de una historia que nació en 2005 y que fue abanderada por una declaración de intenciones, «hacer del mundo un lugar más abierto y conectado».

Dicha declaración se ha convertido en un arma de doble filo que se traduce en la falta de transparencia de unas operaciones encubiertas que poco a poco están saliendo a la luz.

La última de ellas fue revelada por “The New York Times” y completa otras información que dicho rotativo publicó y en el que se afirmaba que la red social más poderosa del planeta contrató una firma de relaciones públicas, Definers Public Affairs, para propagar historias negativas sobre críticos con la red social, empresas competidoras y políticos.

Algunas de las historias que difundió Definers se centraban en el polémico magnate GeorgeSoros, quien ha mostrado públicamente su oposición a Facebook en más de una ocasión y es objetivo habitual de ataques por parte de la ultraderecha. A las pocas hora de hacerse pública esta información, Mark Zuckberg negó dicha información pero rompió sus vínculos con Definers Public Affairs.

La nueva información del rotativo neoyorquino contradice lo expuesto por Zuckberg y asegura que la número dos de Facebook, Sheryl Sandberg, estuvo «directamente involucrada» en los ataques contra Soros. Sandberg –que ostenta el cargo de directora de operaciones de Facebook– ordenó a sus directivos que obtuvieran todo tipo de información relativa a por qué Soros criticó duramente a las empresas tecnológicas en el Foro Económico Mundial –a las que comparó con casa de apuestas– que se celebró a comienzos de año en Davos y para averiguar si obtenía algún beneficio financiero de estos«ataques».

En su comunicado de respuesta a “The New York Times”, la plataforma negó cualquier tipo de investigación de Sandberg relativa a Soros en los términos que expresa la noticia.