El president de la Generalitat, Quim Torra, anunció cambios en los protocolos de actuación de los Mossos d'Esquadra después de la polémica por las brutales cargas en marchas antifascistas en Girona y Terrassa durante protestas contra manifestaciones de Vox por el aniversario de la Constitución española.

La CUP exige la destitución del conseller del Interior, Miquel Buch, y rechaza que se criminalice a los antifascistas. Una de sus diputadas, Maria Sirvent, resultó herida en la mano por la Policía cuando atendía a una menor a la que le habían dado un golpe en la cabeza.

ERC ha pedido una reunión con Buch ante la «desproporción» con la que actuaron los Mossos.

Buch reconoció que algunas imágenes de las cargas «no se acaban de ajustar a los principios de una policía democrática» y no le temblará «el pulso» si algún agente se extralimitó.

C’s y PP cargaron contra Torra (su presidente, Pablo Casado, pidió el 155), mientras que el PSC ve irresponsable dudar de la «profesionalidad» de los Mossos d'Esquadra.