Asiron lo anunció en la Comisión de Presidencia celebrada ayer en el Ayuntamiento iruindarra. Una decisión que detalló en unas declaraciones a los medios de comunicación en las que explicó que ese cambio se debe a la importancia de Catalina de Foix, que «tuvo que terminar su reinado fuera de Pamplona, en la Navarra del norte. Reinó durante 34 años y no tenía ningún reconocimiento en la ciudad, a diferencia de su esposo, Juan de Albret, al que está dedicada la cuesta de Labrit».

El alcalde destacó que Catalina de Foix «fue una buena reina, una mujer culta que tuvo 14 hijos, de los que al menos nueve nacieron en Navarra y de ellos, seis en Pamplona». Además, se trataba de una mujer «madre y abuela de reinas germen de la llamada Corte Humanista de la Baja Navarra». Por todos estos motivos, considera que «merecía un reconocimiento que inexplicablemente no tenía» y del que ahora gozará en una avenida «referencial de la ciudad».

El alcalde negó que este cambio de denominación de la céntrica avenida tenga como objetivo «quitar a nadie para poner a alguien. Simplemente se reconoce la vinculación de Catalina con la ciudad».

El alcalde recordó que la actual denominación de avenida del Ejército es fruto de un acuerdo del año 1963, momento en el que «hay un acuerdo entre Ayuntamiento y Ejército que el Consistorio se vio obligado a cumplir. Y pensamos que esa avenida referencial merecía tener el nombre de una de las reinas más brillantes del reino».

Asiron recordó que tras el anuncio de cambio de denominación «se abre un periodo transitorio de tres meses para no generar problemas a los residentes. Y durante años se podrá remitir correspondencia a ambas direcciones indiferentemente». En cualquier caso, en tres meses, el cambio «será definitivo y oficial».

El consistorio iruindarra ha realizado a lo largo de la legislatura importantes cambios en los nombres de calles y plazas. Uno de sus compromisos fue el de eliminar todo ensalzamiento del franquismo. El más señalado de los cambios fue la eliminación de la plaza dedicada al Conde de Rodezno, que fue rebautizada como Plaza de la Libertad. Otros cambios simbólicos fueron las plazas dedicadas a Maravillas Lamberto y al juez Luis Elío.