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BRUSELAS

May busca «garantías» en Europa y la UE avisa que no habrá renegociación

En busca de alguna «garantía» que mantenga con vida su controvertido acuerdo del Brexit, la primera ministra británica, Theresa May llamó a las puertas de los principales líderes europeos, aunque éstos ya dejaron claro que no piensan reabrir la negociación.

La Unión Europea (UE) descartó ayer renegociar el acuerdo sobre la retirada de Reino Unido, pero se mostró dispuesta a dar «clarificaciones», después de que la primera ministra británica, Theresa May, pidiera más garantías sobre el pacto para aprobarlo en el Parlamento de Londres. May comenzó ayer una gira por Europa para reunirse con algunos de sus principales líderes antes de viajar por la noche Bruselas para conversar con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y con su par de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien planeaba reiterarle un mensaje conocido: «No hay margen de renegociación».

«El acuerdo del 25 de noviembre es el mejor posible y el único posible. No hay espacio para renegociar, pero sí para una mayor clarificación e interpretación sin abrir de nuevo el pacto», señaló Juncker, ante el pleno de la Eurocámara. Se dijo «asombrado» de que pese al acuerdo ya cerrado hayan surgido «problemas en el último tramo de la carrera», en alusión a la decisión de May de posponer la votación en el Parlamento británico ante la evidencia de que se encaminaba a sufrir una humillante derrota en la sesión de ratificación.

Los más fervientes partidarios del Brexit temen quedar permanentemente atrapados en las redes europeas por la salvaguarda sobre la frontera norirlandesa, que prevé como solución última un «territorio aduanero común» entre la UE y Reino Unido tras el divorcio total, a falta de una solución mejor. «Nunca dejaremos tirada a Irlanda, nunca», añadió Juncker.

May busca «garantías adicionales jurídicamente vinculantes», indicó el secretario de Estado británico para el Brexit, Martin Callanan. Para la portavoz conservadora en Westminster, Andrea Leadsom, podrían ser en forma de un «apéndice».

Los europeos ya han dicho por activa y por pasiva que no se reabrirá ni el acuerdo de divorcio ni la declaración política sobre la futura relación, negociados durante 17 meses entre Londres y Bruselas, pero abrieron la puerta a aclaraciones sobre su interpretación. De hecho, el artículo 4 del protocolo sobre Irlanda en el acuerdo ya explicita que el backstop solo se aplicará «temporalmente» hasta que sea sustituido «total o parcialmente» por un acuerdo posterior, en el marco de la futura relación.

El último giro, en cambio, no tomó por sorpresa a los 27 socios europeos de Reino Unido, que esperaban las dificultades de May para lograr un aval y que pidiese nuevas concesiones durante la cumbre de esta semana.

Para un negociador europeo, el problema son las promesas, «en su mayoría irreales», realizadas antes del referéndum.

La reunión de anoche entre la premier y Juncker en Bruselas, a la que asiste el negociador de la UE, Michel Barnier, debía permitir la elaboración de una declaración, cuyo carácter vinculante estaba por determinar, dijo a AFP una fuente europea.

May, que quiere hacer aprobar el acuerdo antes del 21 de enero, quiere mostrar que consiguió algo durante la reunión especial convocada para mañana en paralelo a la cumbre ordinaria.

 

Sinn Féin pide el referéndum si no hay acuerdo

Sinn Féin pidió ayer al Gobierno de Dublín que se comprometa a celebrar una consulta sobre la unificación de Irlanda si Reino Unido abandona la UE sin acuerdo. Su líder, Mary Lou McDonald, volvió a plantearlo tras el aplazamiento en Westminster, que dijo haber causado «mucha preocupación» en el norte de Irlanda y en la República de Irlanda, cuyo Ejecutivo afirmó estar intensificando sus planes de contingencia para afrontar un divorcio desordenado. «Me gustaría saber hasta qué punto está preparando la transición constitucional y el referéndum sobre la unificación, porque si hay un Brexit sin acuerdo el calendario avanzaría dramáticamente», señaló.

Sinn Féin había dicho que la consulta podría celebrarse en cinco años, pero que podría adelantarse en vista de los últimos acontecimientos y el hartazgo de los norirlandeses, que dijeron «no» al Brexit.

McDonald, que rechazó renegociar un acuerdo que protege los intereses de las dos Irlandas y garantiza la invisibilidad de su frontera, tenía previsto abordar anoche esa cuestión con May. GARA