GARA
WASHINGTON

Condenado a tres años de cárcel, el exabogado de Trump lamenta «haber tapado los trapos sucios» del presidente

El exabogado de Donald Trump Michael Cohen fue condenado ayer a tres años de prisión por un juez federal de Manhattan, después de haber admitido de nuevo que había cubierto «los trapos sucios» del presidente estadounidense

Antes de que se leyera el veredicto Cohen tomó la palabra y explicó, con una voz ahogada, haberse equivocado al comprometerse al servicio de Trump, para el que fue un «hombre para todo» durante más de una década. En una entrevista llegó a decir que «soy el hombre que recibiría una bala por el presidente».

El abogado consiguió comenzar a cumplir su pena el próximo 6 de marzo y evocó una reciente acusación de Trump de ser «débil». «Estaba en lo cierto, pero por otra razón: pensaba que era mi deber cubrir sus trapos sucios más que escuchar a mi conciencia», declaró.

La condena y las declaraciones suponen otro golpe para el presidente de EEUU, que intenta hace meses desacreditar a su exabogado, calificándolo de mentiroso y oportunista.

Cohen ha sido condenado por haber comprado, a petición de Trump, el silencio de dos mujeres que sostenían haber tenido una relación con el magnate. Este pago, llevado a cabo durante la campaña electoral presidencial, está considerado como un financiamiento electoral ilegal. Entre los colaboradores de Donald Trump cuestionados por los tribunales en los últimos meses, Michael Cohen es el único que ha pertenecido al círculo más cercano al presidente, lo que supone una amenaza directa. Pero tras un registro de sus oficinas y su domicilio el pasado abril, acabó por confesar, ante la perspectiva de una larga pena de prisión y de las distancias que marcaba Trump. En agosto reconoció primero haber ocultado casi cuatro millones de dólares de ingresos de sus empresas de taxis y haber pagado 280.000 dólares a Stormy Daniels y Karen McDougal, quienes amenazaban con airear su relación con el presidente en plena campaña electoral. Y luego admitió que los pagos fueron ejecutados a demanda de Trump «para influir en la elección». En noviembre también reconoció haber minimizado ante el Congreso la dimensión de los contactos del equipo de campaña de Trump con Moscú.

Con los demócratas a punto de recuperar la mayoría en la Cámara de Representantes y los opositores a Trump intentando neutralizar su presidencia, cualquier palabra y comparecencia de Cohen ve como potencialmente explosiva por la implicación que puede tener para el presidente. Su reconocimiento de haber mentido sobre los contactos con rusos ha puesto más difícil la defensa de Trump, que niega cualquier colusión con la trama rusa.

Aun así, los fiscales federales estimaron que Cohen no cooperó lo suficiente para beneficiarse de una pena sustancialmente inferior a la recomendada por estos delitos –entre cuatro y cinco años de prisión– y que minimizó sus actos llenos de «engaños sistemáticos». Sin embargo, su colaboración con el fiscal especial sobre la trama rusa, Robert Mueller, le valió para obtener la reducción de la pena.