Miguel FERNÁNDEZ IBÁÑEZ
PRISTINA
Entrevista
IGOR SIMIC
DIPUTADO SERBIO EN KOSOVO

«Si alguien piensa que puede humillar a los serbios no lo va a volver a conseguir»

Igor Simic es diputado en el Parlamento kosovar por Lista Srpska, formación que obtuvo 10 diputados en las pasadas elecciones y que representa a la mayoría de slos serbios de Kosovo.

Igor Simic, que a los 24 años se sentó en el banquillo de los acusados por genocidio durante el conflicto entre Kosovo y Serbia, es hoy diputado por LA Lista Srpska. Antes trabajó en el sector de la cooperación durante 6 años y fue miembro del partido de Oliver Ivanovic, político de la minoría serbia que apoyaba su integración en Kosovo y que murió en un atentado el pasado enero en el norte de Mitrovica. «Él no estaba a favor de una integración que terminara en asimilación», matiza antes de culpar sin ambages a la mafia albanesa de este asesinato.

Oriundo de Mitrovica, ciudad dividida que simboliza el conflicto entre Kosovo y Serbia, Simic se cita con GARA en un restaurante de Pristina para dialogar sobre la situación de la comunidad serbokosovar y la negociación en Bruselas entre los presidentes serbio y kosovar, Aleksandar Vucic y Hashim Thaçi respectivamente.

¿Cómo definiría la situación de los serbios de Kosovo?

Las leyes parecen maravillosas para los derechos de las comunidades, pero la realidad es diferente. Si hablamos de Estado de derecho, los serbios sufren cada día ataques en sus propiedades, que a veces son ocupadas por otras personas. Si hablamos de documentos, se dice que todos aquellos que hayan nacido o tengan padres kosovares pueden pedir la nacionalidad, pero luego no es así: de 100.000 serbios, no más del 35% tienen los documentos, especialmente en el norte de Kosovo. Sin identificación no existes para el sistema y no tienes derechos.

¿No son los serbios del norte de Kosovo los que rechazan pedir esos documentos?

En parte es así, pero hablamos de quienes quieren esos documentos por las propiedades o los beneficios particulares. Si quieren esos documentos van a tener problemas: les van a encontrar excusas como pedirles un pape imposible de presentar. Además, si hablamos de derechos, se supone que las lenguas albanesa y serbia son iguales, pero los documentos oficiales no se escriben en serbio fuera de nuestras municipalidades. En Voivodina (enclave de mayoría húngara en el norte de Serbia), los documentos se publican en siete lenguas.

Rechazan la soberanía de Kosovo sobre esta región, pero forman parte de su Parlamento. Incluso han apoyado a los dos últimos gobiernos.

Ahora no estamos en el Gobierno: el 26 de marzo de 2018 lo abandonamos porque la Policía irrumpió de forma brutal en uno de nuestros encuentros. Decidimos ser parte de las instituciones solo por nuestra gente, sobre todo por quienes viven al sur del río Ibar –6 comunidades de mayoría serbia que suman alrededor de 70.000 habitantes– y están rodeados de albaneses. Así podemos conseguir cosas desde los ministerios que son dirigidos por los serbios, pero nuestras manos están atadas cuando hablamos de seguridad.

Les acusan de mirar por los intereses de Belgrado y no por los de la minoría serbia.

Utilizan este argumento para arrebatarnos votos. Le cuento un ejemplo: cada semana hay incidentes que afectan a los serbios, sobre todo en el sur de Kosovo, y nosotros y Belgrado pensamos lo mismo. ¿Qué esperan que digamos si atacan a los serbios? Además, la Policía nunca va a informar de que el conflicto es étnico y por eso las estadísticas no reflejan los problemas. En Novo Brdo, donde el 55% son serbios y el 45% son albaneses, en los últimos seis meses han robado 60 vacas: el 90% pertenecían a serbios. Además, la representación de las comunidades no es apropiada, ya que la Constitución estipula que tiene que ser un 10%, pero nunca ocupamos los altos cargos. Lógicamente, vemos esto de la misma forma que Belgrado.

Los informes internacionales apuntan a la escasa penetración de las instituciones kosovares en el norte de Kosovo. ¿Quién controla esa región?

Lo primero: cuando hablan de los problemas del norte de Kosovo se refieren a nuestros sistemas de salud o educación (estructuras paralelas). Los serbios del norte de Kosovo no están interesados en la integración porque ven lo que ocurre en el sur de Kosovo. Además, tienen buenos sistemas de salud y educación entregados por Serbia. ¿Por qué van a querer cambiarlos? Ellos, al igual que los serbios del sur de Kosovo, que están forzados a una mayor integración con Pristina, no reconocen las instituciones kosovares como igualitarias.

En las negociaciones de Bruselas se barajan las posibilidades de una corrección de fronteras y de una gran autonomía denominada Asociación de Municipalidades Serbias (AMS). ¿Reconocerían Kosovo sin cumplirse una de estas dos opciones??

No puedo hablar de soluciones concretas porque estamos aún muy lejos de lograr un acuerdo. Con la actual dinámica no lo alcanzaremos en los próximos años. No hay un apropiado acercamiento desde Pristina ni tampoco un apoyo honesto de la comunidad internacional. Dicen en público que apoyan el diálogo, pero no es así. Y si alguien piensa que puede humillar a los serbios, como intentaron hacer en la guerra, en la que eran 90 contra uno, no lo va a conseguir. Nuestros representantes en Belgrado nunca apoyarán un acuerdo en el que los serbios vayan a tener una vida peor.

Con respecto a la corrección de fronteras, ¿cree que algún gobierno albanés estaría dispuesto a entregar la mina Trepca y el lago Gazivode, situadas en el norte de Kosovo?

No sé hasta dónde llegará esa corrección fronteriza. Trepca ha sido dividida en dos: en el lado serbio solo están el 5% de las minas, así que no debería de ser un problema. En cuanto a Gazivode, los serbios no llevarían a cabo acción alguna que dañe a los albaneses: el agua y la electricidad seguirían llegando. Esa presa fue construida por Serbia y se terminó de pagar la deuda al FMI hace unos años. Se pueden crear compromisos, pero las ideas que escuchamos desde la oposición en Pristina no son realistas: ellos esperan que reconozcamos Kosovo sin dar nada a cambio. Ningún representante serbio lo aceptará.

El valle de Presevo conecta Serbia con el sur de los Balcanes. ¿Serían capaces de entregar esta estratégica región??

La postura de Belgrado es que no se puede hablar sobre los territorios del centro de Serbia. Este diálogo es para resolver el problema de Kosovo, no para extenderlo a las regiones centrales de Serbia. Si este fuera el caso, se abrirían otras causas.

¿Pero cree realmente que los albaneses van a entregar Mitrovica sin obtener Presevo?

Los albaneses tienen que entender que los serbios del norte no se sienten parte de Kosovo. El hecho es que los habitantes de Presevo, para quienes aquí piden los mismos derechos que nosotros tenemos, no son conscientes de la vida de los serbios en Kosovo. En Presevo tienen un sistema de salud gratuito, pero no lo tienen los albaneses en Kosovo. Una cosa es lo que dicen en público, pero creo que en su interior están satisfechos.

La Iglesia ortodoxa se ha posicionado en contra del acuerdo.

Respetamos el rol de la Iglesia, pero ciertas preguntas políticas necesitan respuestas de líderes políticos, y no de líderes religiosos. Para la Iglesia 1.000 años no es un periodo tan grande, pero para la gente ordinaria un día ya es mucho. Con o sin acuerdo, nuestra Iglesia será protegida en Kosovo: controlaremos el patrimonio histórico de los monasterios de Gracanica o Decani junto con sus propiedades. Los políticos albaneses dicen que ya están protegidos, pero no es así: en 2004, un centenar de monasterios fueron destruidos en pocos días; y llevamos esperando tres años a que nos devuelvan tierras del monasterio de Decani..

¿Es consciente de que la corrección de fronteras tiene una respuesta diferente entre los serbios del norte de Kosovo y los que viven en las seis municipalidades rodeadas de albaneses?.

En el hipotético caso de que este acuerdo fuera el aprobado, no significaría que los serbios del sur de Kosovo vayan a vivir peor. Porque, si así fuera, sería el primero en votar en contra. Insisto: cualquier acuerdo tendrá en cuenta los derechos de todos los serbios.

Obtener Mitrovica y la autonomía de la AMS sería un gran acuerdo. ¿Es así?

Sí, pero no digo que vaya a ser el acuerdo.

Los albaneses dicen que la AMS sería como crear una nueva República Srpska en Kosovo. ¿Podría concretar si el modelo que desean es cercano al de Bosnia?

Esta autonomía no se puede comparar con la República Srpska. Es una comparación que hacen los albaneses para crear una percepción negativa que afecte a los líderes europeos por la situación de Bosnia y Herzegovina -un Estado disfuncional-. La AMS, como se acordó en Bruselas, debería tener competencias en educación, sanidad, desarrollo económico y planificación urbana. Está claro que esta autonomía es incluso menor que la catalana, en la que tienen su propia policía