El Ibex defendió con éxito los 8.800 puntos pese al inicio dubitativo de la primera hora de negociaciones. Los mercados respiran tranquilos con el nuevo rumbo en las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos, puesto de manifiesto por ambas partes tras la reunión de esta semana. De momento, los inversores se conforman con saber que están sentando las bases para resolver las disputas comerciales y mejorando en el entendimiento mutuo. Por otro lado, las últimas actas de la Fed dejaban claro el giro en la política monetaria. El calendario de la subida de los tipos de interés ha desaparecido, y a partir de ahora las decisiones estarán acomodadas a la situación de la economía. Es decir, que podría parar el encarecimiento del dinero e, incluso, proceder a una bajada si lo viera necesario.

Frente a este contexto favorable, con caída de la tensión comercial y mayor prudencia de la Fed en política monetaria, se coloca la crisis de Londres para aprobar el Brexit. Según se acerca la votación decisiva en el Parlamento británico, crece el peligro de una salida abrupta si Theresa May no sale ganadora.

El Ibex acabó con 8.856,80 puntos tras sumar un 0,38%. Fráncfort (+0,26%) y Londres (+0,52%) se anotaron ganancias, mientras que París (-0,17%) sufría un leve descenso. En Wall Street, los índices principales se movían en el nivel de apertura media hora después del cierre en Europa.

En el Ibex, fueron protagonistas los pesos pesados: todos, a excepción de Inditex (-1,38%), defendieron al índice; en primera línea, Santander (+1,81%) y Telefónica (+1,78%). Todavía mejor lo hizo Endesa (+2,34%). En el lado de las caídas, Siemens Gamesa (-2,32%) y Amadeus (-1,57%) fueron los más perjudicados de esta jornada.