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LONDRES

La UE lanza un débil flotador a May y prepara un retraso del Brexit

Los dirigentes de la UE trataron de echar un cable a la primera ministra británica, Theresa May, para convencer a los diputados de que apoyen el acuerdo de salida de la Unión pactado con Bruselas. May amenazó a los «eurófobos» con la posibilidad de que no haya Brexit, mientras Bruselas prepara un aplazamiento.

La primera ministra británica llega hoy a la votación de la Cámara de los Comunes sobre el acuerdo del Brexit pactado con la UE sin avances en los últimos días en lograr más apoyos. En el centro de las críticas, Theresa May advirtió de que rechazar el texto pone en peligro la propia salida británica de la UE, en un aviso a los brexiters. Si el texto es efectivamente rechazado, Reino Unido corre el riesgo de abandonar la UE sin ningún acuerdo pactado o, más probablemente, de finalmente no abandonar el bloque europeo, aseguró May.

«Como hemos visto en las últimas semanas, algunos en Westminster desearía retrasar o incluso parar el Brexit y utilizarán todos los medios posibles para lograrlo», añadió.

En un intento de apoyar a May, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, enviaron a Londres una carta que ofreciera a los más escépticos seguridad sobre la finalización del «backstop» irlandés, –la solución para evitar el restablecimiento de una frontera física en el norte de Irlanda si no se alcanza un acuerdo sobre la futura relación–. Los «brexiters» temen que esa medida perpetúe la unión aduanera. Pero el apoyo se reveló muy débil.

«La Comisión puede confirmar que, al igual que Reino Unido, no desea que esta disposición entre en vigor», señalaron los líderes europeos, subrayando que estas clarificaciones tienen «valor legal». Pero las aclaraciones esencialmente repiten el mensaje de diciembre y no recogen un plazo concreto –Londres pedía un año–, para aplicar el «backstop». Además, los dirigentes europeos, insistieron en que no están «en disposición de aceptar nada que cambie o sea contradictorio con el Acuerdo de salida».

Apenas publicada la carta, comenzó a recibir críticas. «Más que tranquilizarnos, refuerza nuestras inquietudes. La carta no es legalmente vinculante», subrayó Nigel Dodds, dirigente y diputado del partido unionista norirlandés DUP, cuyo apoyo es fundamental para la mayoría absoluta de May en el Parlamento. Entre los propios conservadores, ni esas garantías y ni las advertencias de May impidieron la renuncia del diputado Gareth Johnson en su función de asistente whip, encargado de hacer respetar las líneas del Gobierno en las filas parlamentarias. «No puedo, en conciencia, apoyar la posición del Gobierno cuando es evidente que este acuerdo será perjudicial para los intereses de nuestro país», indicó. La amenaza del «no acuerdo» ya fue frustrada la semana pasada en el Parlamento con una enmienda que, en caso de rechazo, obliga al Ejecutivo a presentar en un plazo de tres días, un «plan B» modificable.

Según “The Guardian”, la UE se prepara para aplazar en cuatro meses la entrada en vigor del Brexit, hasta julio, en lugar de la fecha del 29 de marzo. «En el que caso de que no hubiera un acuerdo, existe la posibilidad de seguir buscando uno, es posible también prolongar los plazos, continuar discutiendo», apuntó también el ministro español de Exteriores, Josep Borrell, quien advirtió como fecha clave mayo, ya que las elecciones europeas han sido planificadas sin contar con representación británica.

«Nada ha cambiado» para Corbyn, que pide elecciones

El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, criticó que la primera ministra británica, Theresa May, no ha conseguido cambiar nada del acuerdo del Brexit y restó valor a las aclaraciones de los presidentes de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y del Consejo Europeo, Donald Tusk, respecto al documento. Para el líder laborista, la misiva firmada por ambos mandatarios europeos «no da las garantía legales» que la Cámara de los Comunes reclama y se reduce a «calurosas palabras y aspiraciones». Corbyn opinó que esa carta «no significa nada» y que todo sigue igual desde hace un mes, cuando May retrasó, «de manera vergonzosa», la votación del Brexit. Según el laborista, May «ha fracasado» y le advirtió de que no hay más «tiempo de juegos» para su «caótico» Gobierno. «Está claro que, si el acuerdo de la primera ministra es rechazado mañana (por hoy), es hora de elecciones generales, es hora para un nuevo Gobierno» incidió. Una reclamación que ha reiterado en los últimos meses, pero que el Ejecutivo rechaza.GARA