EDITORIALA

Enfrentar la reacción con nuevas alianzas feministas

Las mujeres vascas se movilizaron ayer en solidaridad con el pueblo andaluz, y especialmente con las feministas andaluzas, coincidiendo con el inicio del pleno en el que será investido el nuevo presidente de la Junta. El candidato del PP cuenta apoyos suficientes para hacerse con la presidencia, toda vez que ha logrado el sostén de Ciudadanos y de la extrema derecha. Se trata de una alianza que da forma a la nueva estructura del espectro conservador español que a partir de ahora aparecerá separado formalmente pero unido programáticamente, y que ha hecho del ataque a los derechos de las mujeres uno de sus principales mensajes.

Estos cambios en la derecha vienen auspiciados por el auge de la ola reaccionaria que está transformando la política en todo el mundo. Sus ideólogos apuntan a la neutralización del feminismo como uno de sus principales objetivos. Que la derecha haya tomado los derechos de las mujeres como centro de sus embestidas responde precisamente a los avances que la revolución feminista está logrando en todos los países y que poco a poco está trasformando las relaciones de desigualdad entre hombres y mujeres. Cualquier avance en derechos, en igualdad y en justicia provoca la reacción de aquellos que ven peligrar su estatus y sus privilegios, que generalmente suelen estar construidos sobre la dependencia y la sumisión de los otros, en este caso, de las mujeres. La lucha será intensa y exigirá hacer frente al miedo, armarse de razones y actuar con inteligencia, porque la ofensiva de la extrema derecha ya está introduciendo cuñas para fracturar consensos sociales básicos en torno a cuestiones tan graves y de trágicas consecuencias como la violencia machista.

Precisamente ayer las mujeres vascas, además de manifestar su solidaridad con las mujeres andaluzas, subrayaron la necesidad de construir nuevas alianzas que refuercen la revolución feminista y permitan poner freno a ese retroceso en derechos que amenaza en el horizonte.