Mikel INSAUSTI
Crítico cinematográfico

A tres euros el minuto

No hay semana en que no deje escapar la oportunidad de comentar noticias que cuestionan la actividad de las plataformas digitales, las cuales no han tardado en convertirse en el villano del mercado audiovisual. A tenor de la polémica sobre los subtítulos en castellano (sic) de la película mexicana “Roma”, culminada con la enésima marcha atrás de los torpes ejecutivos de Netflix, se ha desplegado una caudalosa información acerca de las pésimas condiciones laborales en las que estas empresas, porque también están en el ajo Amazon o HBO, tienen al personal del subtitulado.

Los autónomos y autónomas que se dedican a hacer estos encargos mal pagados a través de subcontratas han visto reducidas sus pagas en proporción directamente inversa al aumento de la demanda de subtítulos, por lo que los suscriptores de las plataformas de pago han de saber que cobran a razón de tres euros el minuto, con servicios de traducción incluidos.

Y a Netflix si pone un circo le crecen los enanos, ya que se enfrenta asimismo a la demanda de la editorial Chooseco LLC, que le acusa de apropiación indebida de su método interactivo desarrollado en la colección de libros Choose Your Own Adventure (Elige tu propia aventura), y que han aplicado a la franquicia “Black Mirror” en su nueva entrega “Bandersnacht”, después de haber mantenido negociaciones fallidas.