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Acuerdo de paz entre el Gobierno y catorce grupos armados de la RCA

Un nuevo acuerdo de paz fue firmado ayer por el Gobierno de República Centroafricana (RCA) y 14 grupos armados en una ceremonia en Jartum, y será ratificado hoy oficialmente en Bangui. El acuerdo, destinado a poner fin a años de guerra, fue firmado en presencia de los presidentes sudanés, Omar al Bashir, y el centroafricano, Faustin Archange Touadéra, a quienes los representantes de los 14 grupos armados estrecharon la mano tras la firma.

Se trata del octavo acuerdo de este tipo desde 2012. Sudán albergó en su capital, Jartum, las conversaciones de paz, patrocinadas por la Unión Africana (UA) y Naciones Unidas.

El contenido del texto no fue revelado y se hará público tras su firma hoy en Bangui, indicaron el gobierno anfitrión y la presidencia centroafricana.

«El acuerdo de Jartum abre la vía a la vuelta de la paz en nuestro país. Es hora de abrir una nueva página para Centroáfrica», declaró Touadéra, quien ofreció a los líderes de los grupos armados: «entremos juntos en Bangui para construir nuestro país juntos»

Hablando en nombre de estas milicias, Herbert Gontran Djono Ahaba, ministro de Energía, estimó que «las dificultades comienzan ahora con al aplicación del acuerdo (...) crucial para la paz». Las negociaciones de Jartum, lanzadas el 25 de enero por iniciativa de la UA y la ONU, reunieron a los principales jefes de los grupos armados y a una importante delegación gubernamental. Los grupos armados controlan el 80% del país y combaten para controlar también los recursos y por su influencia a nivel local en esta antigua colonia francesa, donde la ONU tiene desplegados unos 12.000 soldados.

La RCA, de unos 4,5 millones de habitantes, es uno de los más pobres del mundo a pesar de sus abundantes reservas de uranio, oro y diamantes. Está en guerra desde 2013, y ninguno de los acuerdos firmados en el pasado lograron traer estabilidad.

Un portavoz de los grupos armados, Igor Lamaka, afirmó el sábado se había encontrado un compromiso, y que en «nombre de la unidad, la concordia y la reconciliación nacional, la paz gana». Las negociaciones fueron suspendidas por desacuerdos, sobre todo sobre la amnistía a los responsables de crímenes y ejecuciones que reclaman los grupos armados.

Bajo presión de las potencias occidentales, Bangui siempre ha rechazado una amnistía a los líderes de las milicias, varios de los cuales son objeto de sanciones de la ONU o de mandatos de detención por violaciones de derechos humanos.

La Corte Penal Especial creada para juzgar los crímenes cometidos desde 2003 ha tenido una limitada actividad.

Entre los grupos armados se encuentran los dirigidos por antiguos generales de la coalición Seleka, que impulsó la caída del expresidente François Bozizé en 2013: El Frente Popular para el Renacimiento de Centroáfrica (FPRC) y la Unidad por la Paz de Centroáfrica (UPC). Su influencia se extiende del norte al centro del país, región rica en recursos minerales. Enfrentados hasta 2017, ahora comparten alianza con el Movimiento Patriótico de Centroáfrica (MPC).

Por otro lado, las milicias «antibalaka» que surgieron como autodefensas ante Seleka están hoy divididas en dos grupos. Además en el norte y noroeste hay otros pequeños grupos armados de influencia local, con varios cientos de combatientes.