Vanesa Alainez
Diplomada en Ciencias Empresariales y Turismo
KOLABORAZIOA

¿Alquiler de uso turístico o alquiler tradicional?

Parece que la polémica en torno al alquiler de pisos turísticos ha dejado de estar en el candelero. El tema ha sido relevado por las discrepancias nacionales entre taxistas y VTC’s. Polémica que, en cierta medida, comparte algunos paralelismos con el sector del alquiler vacacional. Hablamos, en ambos casos, de nuevas formas de negocio que han revolucionado el mercado y que, sin duda alguna, han llegado para quedarse.

Desde hace ya varios años, el alojamiento de viviendas de uso turístico ha proliferado rápidamente, instalándose de manera generalizada por todo el mundo. Y, como siempre, el mercado ha avanzado mucho más rápido que las leyes. San Sebastián, modelo de referencia turística a nivel nacional, precisaba de un marco legislativo acorde a las demandas del mercado y que estableciese las reglas de juego definitivas para esta nueva modalidad alojamiento. Tras varios años de gran inestabilidad e incertidumbre, Donostia cuenta ya con su propia normativa reguladora para viviendas de uso turístico (VUT), cuyo fin último es garantizar un turismo sostenible, de calidad y que conviva en perfecta armonía con todos los ciudadanos locales. Una normativa todavía hoy desconocida por muchos propietarios de segundas viviendas que quieren obtener la máxima rentabilidad por su propiedad y se sienten tentados por activar un alquiler de uso turístico. A priori, y gracias a mi experiencia, puedo decir que en este sector no todo vale y que el alquiler vacacional no es sencillamente «la gallina de los huevos de oro».

El marco normativo que regula las viviendas de uso turístico (VUT) tiene una doble vertiente. Por un lado, hay que cumplir con la Ordenanza Municipal del Ayuntamiento y, por otro, el Nuevo Decreto dictado por Gobierno Vasco. Si se quiere destinar una vivienda convencional al alquiler de uso turístico, se ha de obtener previamente un informe favorable del Ayuntamiento. Cada caso ha de estudiarse de manera particular para saber si cumple o no la Ordenanza. Pese a unas generalidades (como el tema de que esté situado en primeras plantas o edificios de más de 6 plantas y con límite de 250m2 destinados a actividad económica…), cada caso puede tener muchas particularidades y hay que analizar cada vivienda de manera exhaustiva para ver si puede encajar con las estrictas exigencias del Ayuntamiento. Una vez se cuente con este informe urbanístico favorable, llega el momento de cumplir con los requisitos del Gobierno Vasco (un registro específico, extintores, botiquín, placas identificativas o un seguro con coberturas específicas). Con todo esto, la vivienda ya estaría oficialmente en regla para comenzar a recibir huéspedes.

Ahora bien ¿qué debemos valorar a la hora de decidirnos por un alquiler tradicional o destinar nuestra vivienda al uso turístico? Una vivienda de cualquier tamaño, con una ubicación puntera (sobre todo, en la zona de Centro-Gros, a escasos minutos de la playa y próxima al eje comercial), renovada y con una decoración atractiva, puede reportar a su propietario una rentabilidad verdaderamente espectacular. Por el contrario, para aquellos pisos peor situados, no reformados o con una decoración y equipamientos poco reseñables, sería preferible un alquiler tradicional. Y más aún con las nuevas exigencias de Gobierno Vasco y Ayuntamiento, que pasan también por multiplicar el importe de las tasas de agua y basura a las viviendas turísticas, aplicándoles un criterio de hostelería frente al criterio habitual de vivienda convencional.

Llegados a este punto, sea como sea, aquel que posea una vivienda vacía en San Sebastián y todos aquellos que ya la destinaban al uso turístico pero a quienes la normativa les ha dejado «fuera de juego», lejos de lamentarse por la nueva situación, deberían afrontar con optimismo la existencia de un nuevo (y esperemos que definitivo) marco normativo que regule la actividad turística en nuestra ciudad. Bien sea como vivienda de uso turístico o como alquiler tradicional, rodeándose de los mejores expertos, la explotación de una vivienda vacía en San Sebastián sigue siendo una inversión de lo más rentable pero, como todo en esta vida, solo depende de los ojos con que se mire.