El partido Thai Raksa, la principal formación política vinculada a los ex primeros ministros Thaksin y Yingluck Shinawatra, anunció ayer a la princesa Ubolratana, la hermana mayor del rey de Tailandia, como candidata a la jefatura del Gobierno en las elecciones legislativas del 24 de marzo, las primeras desde el golpe de Estado de 2014.

La designación supone todo un desafío a los militares y a su candidato a primer ministro, el líder del golpe de Estado y actual jefe de la junta militar, el general Prayut Chan-o-Cha.

Thaksin Shinawatra y su hermana Yingluck fueron derrocados por sendas asonadas militares, en 2006 y en 2014, en el marco de la represión contra el movimiento de los «camisas rojas», que representan a las clases populares desposeidad del norte, lejos de la élite monárquica y militarista de Bangkok.

Jugada maestra

Los analistas coinciden en que estaríamos ante una jugada maestra de Thaksin Shinawatra, que vive en el exilio, desde donde patrocinó el arrollador triunfo electoral de su hermana, derrocada bajo la acusación de que su movimiento no era suficientemente promonárquico, lo que le enajenaba el apoyo del electorado conservador tailandés..

Presentando a la hermana del rey, el millonario exprimer ministro rompe con su imagen «antimonárquica».

No solo eso. La formalización de la candidatura, impensable sin el apoyo tácito del rey, confirma la evolución del reinado de Maha Vajiralongkorns, quien sucedió a su padre, el rey Bhumibol Adulyadev, gravemente enfermo en el contexto del golpe de Estado de 2014, y será oficialmente entronizado el próximo mes de mayo.

Desde la sucesión las cosas parecen haber cambiado. El nuevo rey se ha desembarazado de la camarilla de su padre y sus tensas relaciones con el general y candidato golpista eran un secreto a voces.