EDITORIALA

Juicio político en Europa, también a Euskal Herria

En el seno de la Unión Europea y en pleno 2019, ayer comenzó algo que parece de otro siglo y otro lugar: doce líderes políticos de un país son juzgados por el Alto Tribunal de otro, bajo una acusación de «rebelión» que puede llevarles a la cárcel hasta 25 años, más de lo que se castiga un crimen mortal. Ocurre sin que España parezca consciente siquiera de lo que está haciendo; sonrojaba ayer escuchar la sensación de agravio, real o fingido, ante las denuncias de las defensas de que se trata de un juicio político. Si los acusados son políticos (más aún, gobernantes elegidos mayoritariamente), si los hechos son muy políticos (un referéndum), si el conflicto de fondo es absolutamente político (autodeterminación), ¿acaso habría otra forma de denominarlo?

Como es norma habitual de los juicios políticos, no hay mucha duda de que la condena está dictada –quizás incluso escrita– de antemano. Otra cosa es a quién termina absolviendo y castigando la Historia; dependerá en buena parte de cómo juegan sus bazas los líderes catalanes y hasta qué punto fuerza sus costuras el Estado. No hay que olvidar que este partido se sigue jugando en Europa. Aunque sus instituciones hayan tomado un papel bochornoso hasta la fecha, las decisiones de instancias jurídicas de diferentes estados sobre Carles Puigdemont y el resto de exiliados denotan que en el continente la vía política no se abre paso pero la represiva tampoco cuela.

Si Europa no puede permanecer indiferente, Euskal Herria está muy directamente afectada por lo que pasa en ese Tribunal Supremo. Este juicio no produce ninguna sorpresa a un país que conoció el Proceso de Burgos, el de la Mesa Nacional de HB, el del «caso Bateragune», el que vio rozar el banquillo a dos lehendakaris (Juan José Ibarretxe y Patxi López) por hablar con la izquierda abertzale... Sería un error pensar que este proceso no va con Euskal Herria, cuando su objetivo evidente es amedentrar a cualquier nación que tome la palabra y la decisión sobre su futuro.