Las promesas de medidas judiciales contra la declaración de «emergencia nacional» decretada por Donald Trump para levantar su muro fronterizo con México ya son una realidad, en lo que podría ser el inicio de una carrera hasta el Tribunal Supremo, que debería decidir sobre el equilibrio de poderes entre la Casa Blanca y el Congreso.

Los estados de Nueva York y California, además de la poderosa organización en defensa de los derechos civiles ACLU anunciaron de manera casi inmediata que acudirían a los tribunales.

«Nos vemos en los tribunales», escribió el gobernador de California, Gavin Newsom.

En el Congreso, la poderosa comisión judicial de la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, anunció la apertura inmediata de una investigación parlamentaria.

«Decisión inédita»

La decisión de Trump de emplear estos poderes extraordinarios para intentar dejar sin efecto el rechazo del Congreso a financiar totalmente el muro fronterizo con México es «inédita», según destacan insistentemente sus críticos y los expertos en derecho.

Tratando de justificar esta medida, el propio Trump dio el viernes un argumento a sus críticos, al señalar que «no tenía necesidad de hacerlo, pero he preferido hacerlo más rápidamente».

Trump también señaló que no teme que la cuestión llegue al Supremo porque «felizmente vamos a ganar», basando sus esperanzas en que acaba de nombrar a dos jueces conservadores.

«El presidente ataca los poderes del Congreso», han destacado los líderes demócratas Nancy Pelosi y Chuck Summer.