Iker BIZKARGUENAGA
COMPANYS Y AGIRRE, 80 AñOS DESPUÉS

HACIA EL EXILIO O A LA LIBERTAD, EL CAMINO LO TRAZARON ELLOS

UNA PROMESA UNIÓ A LLUÍS COMPANYS Y JOSÉ ANTONIO AGIRRE EN SU TORTUOSO CAMINO AL EXILIO, Y AMBOS UNIERON CON ESE CAMINAR CONJUNTO EL DESTINO DE SUS PUEBLOS. «SIEMPRE CON CATALUNYA» PROCLAMÓ EL LEHENDAKARI, Y OCHO DÉCADAS DESPUÉS SU PALABRA SIGUE VIGENTE. «DOS POBLES, UNA MATEIXA LLUITA».

«Salía el Presidente de Cataluña señor Companys por el monte, camino del exilio. A su lado marchaba yo. Le había prometido que en las últimas horas de su patria me tendría a su lado, y cumplí mi palabra». José Antonio Agirre evoca en este pasaje de su libro “De Guernica a Nueva York pasando por Berlín” el hito histórico que rememoraron ayer Quim Torra y Juan José Ibarretxe, sucesores de ambos mandatarios. Torra es president en ejercicio en sustitución del anterior, Carles Puigdemont, que ocho décadas después ha tenido que exiliarse por la misma pulsión antidemocrática que expulsó –y luego fusiló– a Lluís Companys. Ibarretxe presidió una institución cuyo actual oficiante está a otras cosas.

No es la primera vez que el lehendakari recorre ese mismo camino. Lo hizo en 2008 junto a su mujer y unos amigos, y pudo dar cuenta entonces del «auténtico calvario» que Agirre y Companys tuvieron que pasar para llegar a dominios galos. Una travesía que hicieron solos, pese a que habían acordado con Manuel Azaña, Juan Negrín y Diego Martínez Barrio –presidentes de la República, del Gobierno y de las Cortes españolas, respectivamente– cruzar la frontera juntos. Llegado el momento, cuando fueron al encuentro de los altos cargos de la República, se toparon con que estos ya habían marchado, sin esperarles como habían convenido. Vasco y catalán, catalán y vasco, entendiendo que nada podían esperar de aquella izquierda española que se batía en retirada ante el fascismo, emprendieron el camino solos. Han pasado 80 años y parece crónica de actualidad.

«Siempre iremos juntos»

En la marcha de ayer Torra e Ibarretxe estuvieron acompañados por cargos institucionales, representantes de entidades como ANC y Òmium y allegados y amigos. Como Joseba Azkarraga, exconsejero de Justicia que hoy, además de portavoz de Sare, es un porfiado defensor de la causa catalana en las redes sociales.

Antes de emprender camino, Torra ensalzó los lazos de unión entre Catalunya y Euskal Herria y declaró que «los ideales que hemos defendido siempre los seguiremos defendiendo hasta el final y hasta las últimas consecuencias». Añadió, con la mirada puesta en los independentistas que están siendo juzgados o que permanecen en el exilio, que «su lucha es nuestra lucha, de quienes tenemos responsabilidades y estamos en el Gobierno, y es la lucha por el derecho de autodeterminación de Catalunya y por las libertades».

El president hizo sus declaraciones en Mas Perxés, en Agullana, un lugar cargado de simbolismo. Es una masía adquirida en 1938 para guardar lejos del peligro de la guerra parte del patrimonio artístico catalán. Las vicisitudes de aquellos días la convirtieron en la estación previa al exilio para muchos políticos e intelectuales catalanes. Y por allí pasaron también varios vascos, cuyo Gobierno se había instalado en Catalunya tras la toma de Bilbo por los franquistas en 1937. Concretamente, en el número 66 del Paseo de Gracia de Barcelona, donde una placa recuerda la presencia del Gobierno de Agirre aquellos meses.

Mas Perxés, dijo Torra, «es símbolo de la amistad de dos causas, de dos pueblos que siempre iremos juntos, porque somos dos pueblos que aspiramos a lo mismo: a la libertad y a la independencia». Dicho esto, y tras ensalzar la decisión del lehendakari de regresar desde París para cumplir su promesa, el sucesor de Companys afirmó que «si el presidente Agirre dijo que estaría siempre con Catalunya, yo hoy digo que Catalunya siempre estará con Euskadi».

El lehendakari, por su parte, afirmó que «el pueblo vasco llora con las penas del pueblo catalán y se alegra con sus alegrías», y explicó que, igual que su predecesor, «he venido a abrazar a vuestro presidente, ya que al hacerlo abrazo también al conjunto del pueblo catalán». «La causa de la libertad del pueblo vasco y del pueblo catalán estarán íntimamente unidas para siempre». Es algo que Ibarretxe, como Agirre, sí que tiene claro.