Iratxe FRESNEDA
Profesora de Comunicación Audiovisual

Cassandro y Ocaña

El festival de cine Zinegoak cumple 16 años. Al frente, un equipo de personas imaginativas que se han ganado a pulso un espacio cinematográfico en la ciudad y que la han agitado. «El poder de la pluma» y «la libertad para expresar su orientación sexual como consideren, sin miedo» son el hilo que guía esta edición, la de un festival que busca ser una herramienta social para divulgar mediante el audiovisual otros modos de ver y de vivir la vida. Cassandro, el luchador mexicano Saúl Armendáriz, pelea en el cuadrilátero por el derecho a forjarse la identidad que le plazca y haciéndole frente al machismo con su máscara de pestañas y sus párpados maquillados impecablemente. Su proeza como campeón del mundo ha sido retratada en “Cassandro, el exótico”, un documental dirigido por la francesa Marie Losier, que retrata a un hombre que ha otorgado a los luchadores homosexuales, los así llamados «exóticos», la condición de deportistas respetados. Hoy Cassandro en México y ayer Ocaña en Barcelona. Ventura Pons retrató con luz y cariño al artista andaluz, José Pérez Ocaña en “Ocaña, retrato intermitente” (1978). La película dibujaba una identidad liberadora, anarquista y folclórica en la que se mezclaba el universo del artista, su casa, su pensamiento y sus palabras llenas de gracia con la Barcelona de los finales de los sesenta donde aún se convivía con la “la ley de peligrosidad social”. Ocaña y su disfraz de sol abrieron un camino que hoy otros siguen transitando, transformando las mentes y los lugares por los que pasan y Zinegoak les tiende la mano.