Aritz INTXUSTA

¿POR QUÉ NO SALÍA LA GUARDIA CIVIL DE KASEDA?

El archivo de la denucia de un vecino de Kaseda contra la gestión del 112 tras el tiroteo despeja toda duda: la Guardia Civil fue informada de todo en tiempo y forma. No fue fruto de un veto político como denunciaban UPN y PP. Pero, aun así, tardó en acudir. ¿Por qué?

E s 17 de septiembre y hay tres cuerpos tendidos en la calle. La esposa de F. J., vecino de Kaseda, le llama alterada pidiendo que avise a la Policía. «¡Han matado al padre de Julio!». Él llama al 112. El cuartel de la Guardia Civil está a menos de 100 metros del lugar. Pero de ahí no sale nadie. F. J. no lo entiende y se enfada con el servicio de emergencia. «Solo son cien metros, cien metros», insisten. En la calle, además del padre, también se están muriendo otros dos hermanos de Julio. El vecino sale corriendo. Aporrea la puerta del cuartel. Un guardia se asoma de la ventana y le cuenta que están sobre aviso, que ahora van.

El vecino está roto, enfadadísimo. Escribe una carta incendiaria en el periódico más leído y presenta una denuncia ante la Policía Foral. Está convencido de que en el 112 ha cometido un delito de omisión de socorro.

UPN lee la carta y ve en ella una oportunidad de dar un mordisco a la consejera de Interior, María José Beaumont. Lanza la idea de que, como la consejera fue propuesta por EH Bildu, no ha querido avisar al cuartel de la Guardia Civil. Tal cual. «De ser ciertas las acusaciones que plantea el vecino de Cáseda, se pondría de manifiesto la negligente actuación del 112 y las motivaciones ideológicas y no de servicio público que están guiando la actuación de Beaumont, porque se habría actuado con animadversión», dice Sergio Sayas. El PP hace eco de estas sospechas y el PSN pide explicaciones.

Beaumont presenta la cronología en octubre. Dice que los suyos lo han hecho más que bien. El 112 cumplió el protocolo y la Policía Foral detuvo a los tres autores en 17 minutos. Pero Sayas y el PP dicen no estar satisfechos. El de UPN responde que no hay un mando unificado y Ana Beltrán que Beaumont se niega a geolocalizar las patrullas.

Se trata de un fake de manual, una noticia falsa. Se lanza una mentira y se le saca rendimiento hasta que se desmiente. Y cuando se demuestra falsa, se intenta conseguir unas tablas con elementos nuevos para que todo quede en la palabra de uno contra la del otro. En este caso, el fallo estuvo en que el vecino llevó todo al juzgado. Y el juez confirma la versión de Beaumont. Era mentira. Pero el fake tenía otro fallo, porque sí que es llamativo que los guardias tardaran tanto en salir del cuartel. Así que, ¿por qué no salían?

Los agentes que no cuadran

La llamada de F. J. no fue la primera que recibió el 112. Este vecino llamó a las 18:54:36. Otra vecina había marcado el teléfono de emergencias a las 18:53:02. En la grabación de esa primera llamada se escucha uno de los disparos. En ese minuto y medio, el Servicio de Emergencias había puesto en alerta a Policía Foral y esta, a su vez, había alertado al COS (Centro Operativo de Servicios) de la Guardia Civil. Es decir, el vecino reclamaba al 112 un aviso que ya se había realizado. Si no salían los agentes, era por otros motivos.

La razón fundamental es que el cuartel de Kaseda y los otros ocho acuartelamientos más cercanos de la Guardia Civil cierran a las dos de la tarde. El único destacamento de la zona con atención 24 horas es el de Policía Foral de Zangoza. Allí hay 30 policías forales (inspector, subinspector, cinco cabos y 23 agentes). En el cuartel de Kaseda hay 8 agentes (cinco estaban en el interior cuando los disparos) y en cuarteles de alrededor (Zarrakaztelu, Irunberri, Zangoza y Sos) otros 29.

El COS localizó a sus agentes fuera de servicio llamando al móvil del sargento a las 18:55. Aun así, tardaron otros 12 minutos en recorrer esos cien metros. Una eternidad. El cuerpo lo justifica en que aparecieron «uniformados y equipados». La llamada del COS sargento no se grabó. Esto es rarísimo, según fuentes policiales (en el CMC se graba todo, explican). Mientras, varios vecinos insisten que no hubo necesidad de llamada, que los tiros se tuvieron que oír dentro del cuartel.