Amparo Lasheras
Periodista
AZKEN PUNTUA

Y volver, volver...

Al saber que Iñaki Ruiz de Pinedo era cabeza de lista de EHBildu al Congreso sentí una especie de cálida añoranza y no me pregunten por qué. Conozco a Iñaki desde aquel tiempo gris del franquismo, cuando éramos unos adolescentes con incipientes rebeldías, pero todavía tímidos y reservados con nuestras cosas. Durante estos años, hemos vivido en la misma ciudad y siempre, entre acuerdos y desacuerdos, hemos caminado por el mismo lado de la barricada. La primera vez que hablé en público fue en 1977, en un ekitaldi de la Marcha de la Libertad y lo hice junto a él que ya entonces era un joven dirigente de la izquierda abertzale. Así, inmersa en la memoria de las emociones personales, las que se guardan en el margen del relato político y colectivo, recordé las grandes movilizaciones que han pasado por nuestra vida y que este pueblo ha sentido como momentos especiales que han marcado un hito en la presión, la protesta, la organización y también en la indignación popular. Me he dado cuenta de que, en todos esos acontecimientos, existe una épica que, al evocarlos, nos hace jóvenes y fuertes ante el tiempo y el desencanto. Tal vez ese sea el secreto por el que se vuelve o se continúa. No importa a dónde ni en dónde; al Congreso a plantar cara al fascismo español o, el domingo, a inundar las calles de Altsasu contra los arbitrarios tribunales de ese mismo fascismo.