Maite UBIRIA BEAUMONT
MOVILIZACIÓN CONTRA LAS LARGAS PENAS DE PRISIÓN

«NI UN DÍA MÁS», CLAMOR A PIE DE ROTONDA Y EN SALA JUDICIAL

BAGOAZ PUSO CITA EN DIEZ ROTONDAS, ENTRE BAIONA Y DONIBANE LOHIZUNE, PARA EXPRESAR A PIE DE CARRETERA QUE «30 AñOS DE CÁRCEL SON DEMASIADOS». LOS RETRATOS DE LOS HERMANOS PAROT, ESNAL Y HARANBURU PUSIERON ROSTRO A LA EXIGENCIA. EL 7 DE MAYO SE VERÁ LA DEMANDA DE LIBERTAD CONDICIONAL DE ESTE ÚLTIMO.

Un lema con una cifra que habla por sí sola. 30 años. En las banderolas que se exhibieron ayer en diez rotondas entre Baiona y Donibane Lohizune se remarcaba esa barrera que están a punto de franquear cuatro presos vascos: Ion Kepa Parot, Jakes Esnal, Xistor Haranburu y Unai Parot. Los tres primeros, encerrados en prisiones francesas, están condenados a cadena perpetua, y al último se le impuso –en el Estado español– un total de 30 años de cumplimiento, condena a la que luego se sumaron once, una vez aderezada la ley de una dosis extra de excepcionalidad.

Los retratos de esas cuatro personas, que llevan en prisión desde 1992, pusieron rostro a la denuncia de que «sólo una justicia injusta» puede hacer abstracción del paso del tiempo y de la evolución de un país, manteniendo en la cárcel a quienes, por ley, deberían estar en casa.

El contador de Unai Parot (61 años de edad) apunta a 2030 como límite de permanencia en prisión. Ion Kepa Parot (68 años), Xistor Haranburu ( 65 años) y Jakes Esnal (68) no tienen fecha, aunque hace años que superaron el periodo de cumplimiento obligatorio, por lo que deberían estar en casa.

La abogada Maritxu Paulus-Basurko recuerda que, aunque a los tres encarcelados en Francia se les otorgara por fin la libertad condicional, se les impondrían condiciones draconianas, al menos en los dos o tres primeros años, y en cualquier caso, no saldarían sus cuentas con la justicia en una década.

Usando de nuevo la calculadora, eso supone que «estas tres personas no recobrarían de manera total la libertad hasta alcanzar prácticamente la edad de 80 años», resume la letrada.

El próximo 7 de mayo, se verá una nueva demanda judicial. En este caso, la correspondiente a Xistor Haranburu. Ese día, mientras en la sala de audiencias se escruta el dosier que incluye todos los requisitos para que el preso salga a la calle, en su Senpere natal se llevará a cabo una nueva concentración para pedir, como ayer lo hicieron las 250 personas que se plantaron en las rotondas, que se detenga ya el reloj de un castigo que supera demasiados límites.

Cansados, pero en pie

La esposa de Jakes Esnal, Maite, prefirió no hablar ante los medios, aunque allí estaba, a pie de Rotonda, en Donibane Lohizune. Igor, su hijo, declinó también de entrada hablar del castigo impuesto a su padre, pero que desde hace ya 29 años paga él y toda su familia. Finalmente, habló con GARA para lanzar un mensaje escueto: «Estamos muy cansados, él y nosotros, pero aita está firme y nosotros siempre vamos a darle fuerza».

Al peso de tres décadas en prisión a Jakes Esnal –encarcelado en Saint-Martin de Ré– se le ha sumado, hace unos meses, el del aislamiento. Tras los acercamientos acordados por París, algunos presos siguen todavía lejos y algunos además solos.

«Es injustificable que estos cuatro presos sigan en prisión, más si se tiene en cuenta el camino recorrido para la resolución del conflicto», expresaba Bagoaz al final de la protesta.

Argitxu Dufau, miembro del sindicato LAB, una de las más de diez organizaciones y representantes que suman fuerzas por los derechos de los presos en el colectivo Bagoaz, era taxativa.

«El 7 de mayo se verá la demanda de libertad condicional presentada por Xistor Haranburu, por lo que, está claro que ese día es una nueva fecha para que, por fin, el Gobierno francés dé una señal clara de su voluntad», expresaba a este diario.

Para la representante de Bagoaz, «es imprescindible que París aporte una respuesta humana que las familias de estos presos necesitan con absoluta urgencia y que también reclama una sociedad vasca que, como se demuestra a cada paso, va a seguir movilizada mientras haya presos en las cárceles».