Agustín GOIKOETXEA
BILBO

Un disparo de la Ertzaintza fractura la mandíbula a una bilbaina

Una joven permanece ingresada en el Hospital de Cruces después de que un proyectil disparado por la Ertzaintza impactase en su rostro durante las cargas que se produjeron el sábado para disolver una protesta contra Vox en Bilbo.

Esta vecina de Bilbo, de 19 años, aguarda en una habitación del Hospital de Cruces a que disminuya la inflamación que presenta su cara, a raíz del impacto del proyectil disparado por un agente de la Brigada Móvil, para ser operada. En una primera observación, explicaron sus familiares, los médicos diagnosticaron una doble fractura de mandíbula en el lado derecho, lo que obliga a una intervención quirúrgica, barajándose la posibilidad de que tenga que implantársele una placa.

Tras el «caso Cabacas», los ertzainas comenzaron a utilizar proyectiles de foam, teóricamente mucho más precisos y menos lesivos que las pelotas de goma, siguiendo la estela de los Mossos d'Esquadra, aunque desde distintos colectivos se ha advertido del carácter letal de esas balas. Fuentes de la Ertzaintza informaron a GARA que los agentes emplearon el material adscrito a la Brigada Móvil con lanzadores de 45 milímetros.

La joven, relataron sus allegados, llegó consciente al hospital, a donde fue trasladada por una ambulancia. Fue la propia víctima la que, en medio de los incidentes, requirió el auxilio a un ertzaina de paisano para que llamase a los servicios de emergencia para que le atendiesen.

Al llegar al hospital, viendo la gravedad de sus heridas, y tras una primera exploración, le proporcionaron medicación para rebajar la inflamación y los dolores, paso previo a que se le practique cualquier operación con cirugía abierta. La herida, que está consciente y puede hablar, espera que hoy pueda ser intervenida.

La víctima, explicó a GARA, había acudido a manifestarse «pacíficamente» ante el mitin que ofreció Santiago Abascal en el Palacio Euskalduna. Era una de las cientos de personas que se situaron frente al lugar donde la formación de extrema derecha celebró un acto político bajo estrictas medidas de seguridad, con un destacado dispositivo de la Ertzaintza.

Según su relato, la actuación policial comenzó con una carga por parte de un grupo de ertzainas contra los antifascistas que estaban en la zona del parque de Doña Casilda Iturriza, al haberse arrojado algunas piedras. En ese momento, el otro grupo en que se había dividido la barrera inicial de la Brigada Móvil apostada junto al trazado del tranvía, hizo lo propio con las personas que observaban los hechos desde el extremo más próximo al Sagrado Corazón. Donde ella estaba, aseguró la joven bilbaina, no se arrojó ninguna objeto a los agentes.

Antes de que se desataran las cargas policiales y el lanzamiento de piedras, bengalas y otros objetos como respuesta, desde la concentración se habían coreado consignas contra el dirigente de Vox Santiago Abascal, o de apoyo a la lucha feminista y antifascista, entre otras. También destacaron aquellas en las que se recordó la responsabilidad de la Policía autonómica en la muerte de Iñigo Cabacas, de la que recientemente se han cumplido siete años. Una de las más repetidas por los congregados fue «Iñigo Cabacas zuek hil zenuten».

Al ver que las cargas se extendían, la joven que poco después resultó herida se dio la vuelta y comenzó a correr para huir del lugar. En ese momento, en medio del ruido de las detonaciones, los gritos y las carreras, vio como un ertzaina le apuntaba con su arma a la cara, moviendo ella instintivamente la cabeza. A pesar de ello, notó el fuerte impacto del proyectil y a continuación, comenzó a sangrar.

«Te lo has buscado»

En ese instante, alarmada, reclamó el auxilio de los ertzainas que la rodeaban ya. «Comencé a decir que, por favor, me ayudasen, que me dolía mucho. Ellos me trataron como una puta mierda», se quejó ayer desde el centro hospitalario donde se encuentra ingresada.

Consciente de que estaba herida, la joven les espetó a los miembros de la Ertzaintza por su actitud, apuntándoles a que alguno de sus hijos pudiera estar en aquella movilización. «Tú te lo has buscado por estar aquí, es lo que me respondieron», recordó aún indignada, apostillando que les repitió varias veces «si les parecía normal cómo actuaban».

«Me apuntó a la cara», insistió la víctima desde Cruces mientras sus familiares buscan pruebas gráficas de lo que sucedió entre los medios de comunicación y particulares que cubrieron la protesta o simplemente pasaban por allí. Apuntan a que estudian interponer una denuncia, incidiendo en el hecho de que el disparo se efectuó a la cabeza a una distancia no superior a los 10 metros. «Según tenemos entendido, la normativa sobre el uso de este material no permite disparar directamente a las personas, sí al suelo», manifestaron.