EDITORIALA
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El marco español ensucia y enquista la campaña vasca

Esta próxima medianoche se cumplirá un semana desde que la campaña electoral para las estatales se puso en marcha y su desarrollo en Euskal Herria no es precisamente alentador para quien entienda estos quince días como lo que debieran ser: la opción de un debate político de cierta profundidad, en torno a problemas reales, sobre retos de futuro y basado en propuestas. Tanto la realidad como el futuro quedan abducidos por la mala práctica española de recrear escenarios falsos a su conveniencia, anclar a Euskal Herria en épocas a superar y no plantear nada constructivo.

El hecho más revelador de la precampaña fue la «performance» protagonizada por el presidente del PP, Pablo Casado, en el bar Koxka de Altsasu, nada más suscribir en Iruñea el pacto con UPN. Iniciadas ya estos dos semanas, Errenteria ha sido la localidad convertida en carnaza electoralista. Igual que décadas atrás lo fueron Hernani, Lizartza, Leitza... salvo que en la actualidad a la perversidad de la provocación se une un plus de tergiversación que raya el delirio. El artículo que hoy publica en GARA Jon Maia, basado en su experiencia personal, refleja a la perfección qué es hoy Errenteria, pero quien prefiera otras fuentes ya pudo leer en el mayor diario español de información general que es también la localidad estatal con mayor gasto en servicios sociales por habitante frente a Arroyomolinos, en Madrid, que cierra la lista (que su alcalde sea de Ciudadanos pone la guinda al esperpento). En cuanto a Altsasu, su realidad la tuvieron ante los ojos los decenas de miles de asistentes a la manifestación de hace tres semanas por los jóvenes encarcelados, no en ‘‘OK Diario’’.

Sobre el fango poco bueno crece. Esta primera semana de campaña deja también una joven herida de consideración por un proyectil de la Ertzaintza, manifestantes y ertzainas contusionados, varios detenidos, una querella ante la Fiscalía General del Estado... y una campaña electoral secuestrada, otra oportunidad perdida para la política.