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TRÍPOLI

Haftar sigue bombardeando Trípoli ante la desunión internacional

La comunidad internacional seguía dividida sobre la ofensiva lanzada por el mariscal Jalifa Haftar sobre Trípoli, sede del Gobierno de Unidad Nacional (GNA) avalado por la ONU. La capital libia fue objetivo el martes de bombardeos que dejaron seis muertos, lo que eleva a 189 las víctimas mortales de una ofensiva que ha provocado ya 18.000 desplazados, según la Organización Mundial de la Salid (OMS).

Desde su inicio el 4 de abril, las milicias del Ejército Nacional Libio de Haftar siguen frenadas al sur de la capital, aunque su oficina de prensa anuncia avances diarios.

Mientras el Consejo de Seguridad de la ONU se reunía en Nueva York, seis personas, de ellas tres mujeres, morían en bombardeos en los barrios residenciales de Abou Slim y de Al-Antissar, en el sur de la capital.

El líder de la GNA, Fayez al-Sarraj, denunció a su rival Haftar por «criminal de guerra». Las fuerzas del mariscal trataron de desmarcarse de los ataques y acusaron a «milicias terroristas que controlan la capital de tirar misiles tipo Grad y obuses» sobre la ciudad.

Bloqueo de Rusia

En Nueva York, un proyecto de resolución reclamando un alto el fuego seguía bloqueado por Rusia, que ya la semana pasada vetó un proyecto similar y exigió eliminar toda referencia a Haftar, el «hombre de Moscú» en Libia, y a su ofensiva.

Pero la Rusia de Putin no es el único sostén internacional del mariscal. La Francia de Macron ha bloqueado iniciativas similares en la UE.

Hafar cuenta con el apoyo militar de las satrapías del Golfo de Arabia Saudí y de los Emiratos Árabes Unidos y del régimen militar egipcio.