GARA
DIYARBAKIR

La Junta Suprema Electoral la paga con los kurdos

La Junta Suprema Electoral turca (YSK) dictaminó que seis alcaldes de distrito elegidos el 31 de marzo a los que previamente se les había destituido el cargo por un decreto ley no se les permitirá asumir el cargo. La misma Junta había permitido a principios de marzo presentarse a las elecciones a estos candidatos del partido prokurdo HDP, pero tras ganar las elecciones, decidió inhabilitarlos.

El HDP acusó al YSK de haber lanzado una conspiración política con esta decisión, que ahora argumenta porque los electos habían sido vetados por el Gobierno para ejercer cargos públicos por tener «vínculos con organizaciones terroristas».

La medida afectará a los candidatos de HDP para el distrito de Bağlar, en la ciudad de Diyarbakır y los distritos de Tuşba, Çaldíran y Edremit, en Van, que no recibirán su certificación. La inhabilitación de las listas ganadoras hará que los candidatos del AKP, que quedaron en segundo lugar, obtengan los cargos de alcalde.

De esta forma, en Bağlar, el AKP gobernará la ciudad con el 25,4% de los votos a pesar de que el HDP obtuvo el 70%.

El candidato de HDP para Bağlar, Zeyyat Ceylan, fue, como miles de otros kurdos, despedido de su puesto de docente por un período de dos años a través de un decreto ley promulgado durante el estado de emergencia implementado después del intento de golpe de estado de julio de 2016.

El diputado del HDP Mithat Sancar anunció la intención del partido prokurdo de pedir la anulación de las elecciones en los distritos afectados. «Se trata de una trampa del YSK. La propia YSK aprobó las candidaturas de nuestros colegas y ahora, una vez que han ganado, dice que no pueden ser alcaldes. «Seguro que ha habido presiones del Gobierno, pero nadie esperaba una violación tan evidente de las elecciones por parte del YSK», denunció Sancar.

Más de 140.000 personas fueron apartadas de la función pública y de las instituciones por el decreto ley, una decisión que los afectados no tenían posibilidad de recurrir. Además de funcionarios y electos kurdos, supuestos seguidores del predicador islamista Güllen. Decenas de ayuntamientos kurdos fueron privados de sus representantes y reemplazados por administradores nombrados por el Ministerio de Interior.

La medida también ha afectado a un alcalde por el CHP. Muharrem Ince, excandidato presidencial, denunció que en Turquía «está permitido participar en las elecciones, pero no está permitido ganar».