Aunque habrá que esperar a hoy tras el entrenamiento matinal a puerta cerrada que se realizará en Tajonar, lo más probable es que Rober Ibáñez sea baja para el encuentro que mañana disputará Osasuna en Elche.

El futbolista valenciano ni siquiera se ejercitó ayer con sus compañeros, que practicaron fútbol tenis y algún que otro ejercicio con importante carga lúdica, en una suave sesión con mucho público, que aprovecharon estos días festivos para acercarse hasta las instalaciones rojillas y ver a sus ídolos.

De menor carga a lesionado

Tanto en la jornada del miércoles como en la del jueves, los servicios médicos del club, a la vista de que el jugador no estaba entrenando con el grupo, justificaron tal circunstancia por una menor carga de trabajo. Sin embargo, fue el viernes cuando saltaron todas la alarmas, a la vista de que Rober Ibáñez tuvo que retirarse del césped mostrando cara de disgusto.

Así las cosas, no fue hasta ayer que la entidad rojilla informó de que el futbolista, quien fue cambiado por Lillo en el duelo contra el Deportivo en el minuto 88 y con signos de no estar del todo bien físicamente, sufre «molestias en el aductor de su muslo izquierdo».