E l Ibex no pudo proseguir ayer su ascenso hacia los 9.600 puntos, nivel del que apenas le separaron 20 puntos en la sesión del jueves, la última antes del parón de la Semana Santa y sexta consecutiva en verde. El repliegue hacia el entorno de los 9.500 puntos tuvo como principal culpable a la banca. Hoy comenzará con 9.527,80 puntos, después de recortar un 0,56%. Las plazas europeas registraron subidas al cierre: Londres ganó un 0,85%; Fráncfort, un 0,11%; y París, un 0,20%.

Los inversores regresaron a las bolsas con varias novedades para cotizar. El acercamiento entre China y Estados Unidos podría romperse y devolver las negociaciones comerciales a la línea de salida tras la exigencia a Pekín de cesar en sus importaciones de crudo iraní a partir de mayo. Además, el precio del petróleo, que se movía en los 71 dólares el jueves pasado para el barril de Brent, ayer se acercó a los 75, impulsado por las sanciones a Irán y el esperado choque entre Washington y Pekín.

En Europa, la mecha de la incertidumbre fue prendida por Benoit Coeuré, representante francés en el BCE, que manifestó su oposición a reducir la facilidad de depósito de los bancos. Todo un jarro de agua fría para el sector bancario, que daba por hecha esta medida tras anunciar Mario Draghi el estudio de vías para ayudarle en este escenario de bajos tipos de interés.

En el Ibex, descenso en bloque para los valores financieros. Caixabank cayó un 2,94%; Bankinter, un 2,80%; Bankia, un 2,16%; Sabadell, un 2,15%; BBVA, un 2,11%; y Santander, un 1,33%. Pero los peores del índice fueron Ence (-4,96%) e IAG (-3,63%). Dentro de los grandes valores, solo Repsol (+0,80%) e Iberdrola (+0,77%) cerraron al alza. Amadeus (+2,21%) destacó entre los ganadores.