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damasco

La ofensiva contra el último feudo yihadista en Siria deja ya al menos 80 civiles muertos y 150.000 desplazados

El Ejército sirio ha comenzado una ofensiva en el último bastión bajo control rebelde y yihadista en el noroeste de Siria, en el que ha logrado un pequeño avance, después de los intensos bombardeos que habían aumentado desde finales de abril y una importante acumulación de fuerzas en la zona. La ofensiva tiene lugar en el norte de la provincia de Hama y en Idleb, territorio en manos de grupos rebeldes pero sobre todo de Tahrir al-Sham, (HTS), que incluye al antiguo Frente al Nosra, filial de Al Qaeda. La zona que está siendo bombardeada fue objeto de un acuerdo entre Rusia y Turquía el pasado setiembre para crear una zona de desescalada, con el fin de parar la ofensiva del Gobierno, por lo que el avance del Ejército debería contar con el consentimiento de Turquía, que tiene puestos de observación en la zona.

Los bombardeos y enfrentamientos han dejado hasta el momento 80 civiles muertos y 150.000 desplazados, según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, que teme que pueda haber «cientos de civiles muertos y heridos» tras la nueva oleada de ataques. Según la ONU, en Idleb y las zonas aledañas viven unos 3 millones de personas, la mitad de los cuales son desplazados llegados de otras parte del país.

Al menos diez escuelas y doce centros sanitarios han sido blanco de ataques hasta el momento y la ONU alerta de que la escalada «ha puesto bajo un grave peligro a cientos de miles de desplazados que han estado sobreviviendo allí durante años».