Cientos de miles de estudiantes y profesores de todo Brasil denunciaron el miércoles los bloqueos de recursos para la educación anunciados por el Gobierno de Jair Bolsonaro, que atribuyó las movilizaciones a la manipulación de «idiotas útiles» por activistas de izquierda.

La huelga y los actos de protesta se extendieron por casi 200 ciudades de los 27 estados del país. Los manifestantes denunciaron igualmente la reforma del sistema de jubilaciones y la reciente ordenanza de Bolsonaro que flexibiliza el porte de armas. «Saquen las manos de la educación» o «Libros sí, armas no» fueron algunos de los lemas más coreados en las multitudinarias movilizaciones.

Bolsonaro acusó a quienes salieron a las calles de ser «idiotas útiles». «La mayoría es militante (...) Son unos idiotas útiles usados de masa de maniobra por una minoría habilidosa que compone el núcleo de las universidades federales», dijo desde Dallas (Texas), donde ayer fue homenajeado por la Cámara de Comercio Brasil-EEUU.

Esas declaraciones fueron rápidamente contestadas por los manifestantes. «Tengo una maestría y un posdoctorado en Energía; si alguien es idiota no soy yo. Sin ciencia no hay salud ni trabajo. Estamos luchando para que Brasil siga produciendo conocimiento. Sin dinero, no hay conocimiento», dijo a AFP Mariana Moura, investigadora en el Instituto de Energía de la Universidad de Sao Paulo.