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El Museo de Navarra acerca la obra de Henri Lenaerts en una muestra

Más de medio centenar de obras, entre esculturas, pinturas, dibujos, grabados y tapices, pertenecientes al artista belga Henri Lenaerts, integran la nueva exposición temporal que acaba de inaugurar el Museo de Navarra. La muestra, que podrá visitarse hasta el 1 de setiembre, recorre la evolución artística de Lenaerts, quien hizo de la localidad navarra de Irurre (en Gesalatz) su centro neurálgico, su taller y su lugar de retiro y creación.

Comisariada por Edorta Kortadi, la exposición, que permanecerá abierta hasta el 1 de setiembre, lleva por título “Henri Lenaerts. Su búsqueda, su silencio/Henri Lenaerts. Bere bilaketa, bere isiltasuna” y en ella, según informa el Gobierno de Nafarroa, podrá apreciarse su diversidad creativa, ya que Lenaerts exploró distintas técnicas, si bien decidió dedicarse a la escultura.

Con el bronce como material predilecto, según señala, el artista belga se enmarca dentro de la corriente figurativa humanista, buscando una gran depuración formal, ligada a sus principios filosóficos y en contacto directo con la naturaleza.

Entre las 29 esculturas expuestas, destacan los bustos, trece en total, entre los que pueden verse un autorretrato, un retrato de su compañera Paulette Garin, y los retratos del rey Balduino y la reina Fabiola de Bélgica, que le consagraron como retratista oficial reconocido por la Casa Real Belga. Además hay obras escultóricas de gran tamaño, como “Destino Humano”, realizada en Verona y con casi tres metros de altura, o el “Nacimiento de Venus”.

Asimismo, los dibujos son una parte importante de la exposición. La Fundación Henri Lenaerts ha prestado un total de 22 obras, hechas al carboncillo, a lápiz, con rotulador y tinta china, sanguina y grafito, dedicados a la figura humana.

En palabras de Kortadi, la obra de Lenaerts, un artista «multidisciplinar y transversal», se ubica en «esa tradición figurativa, con acentos simbolistas, modernistas y de arte negro respirado durante sus estancias en India, siempre al servicio de un humanismo en el que el ser humano es el centro del mundo, la medida de las cosas, un microcosmos reflejo del gran universo, un pequeño dios en la tierra». Ahí, añade Kortadi, es «donde se mueve el paradigma de este artista trotamundos, culto, abierto y religioso de claros acentos panteístas».

La exposición, iniciativa del Museo de Navarra, ha sido posible gracias a la colaboración de la Fundación Henri Lenaerts, a quien pertenecen todas las obras expuestas.

El Museo de Navarra ha editado un catálogo en castellano, euskara e inglés que contiene textos de Edorta Kortadi, Ana Aliende, Judith Masse y el propio Henri Lenaerts, además de todas las obras presentadas en la exposición.

Nacido en Bruselas en 1923, su inquietud artística y filosófica le llevó a formarse primero en la Academia de Bellas Artes de la capital belga y después en la Universidad de Benarés (India), donde se doctoró en Filosofía Hindú. Su periplo internacional le llevó a conocer la localidad de Irurre, donde decidió instalarse en 1972, a caballo entre Bruselas y Verona, y donde fallecería en 2006. Su compañera Paulette Garin fue la impulsora de la Fundación Henri Lenaerts en 2008, siguiendo los deseos del artista. El primer paso fue crear el Centro Henri Lenaerts, que se abrió en la que fue la vivienda y taller de la pareja en Irurre. Fue reconocido por el Gobierno de Nafarroa como Colección Museográfica Permanente en 2017.