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Protestas contra el cambio climático mirando a la incineradora de Zubieta

Las protestas contra el cambio climático protagonizadas por jóvenes a los dos lados del Bidasoa dejaron un claro emplazamiento a transformar un modelo económico que asfixia al Planeta, con referencia directa a la incineradora, en plena emergencia climática.

Las protestas contra el cambio climático, con jóvenes y estudiantes como protagonistas principales, dejaron ayer mensajes contra el modelo económico, su influencia sobre la política en forma de puertas giratorias y, como no podría ser de otra manera, un llamamiento a revisar proyectos como la incineradora de Zubieta en plena emergencia climática.

Una sentada en Alderdi-Eder y una manifestación posterior convocadas por varios grupos, abogaron en Donostia por poner la vida, la seguridad y el medio ambiente «en primera línea» y dejaron sentado que «la incineradora es el problema no la solución».

La movilización defendió que hay una alternativa técnica viable, que es el Plan de gestión Hitzartu, que «soluciona el problema de los residuos sin agravar el cambio climático y sin contaminar». En un mensaje a los gobiernos preguntaron a qué modelo económico y social sirve la incineradora y censuraron que «resulta muy hiriente ver cómo las autoridades han despreciado a los movimientos sociales». Les emplazaron a reflexionar sobre una solución que se basa en quemar plástico, cuando, además, «ese plástico en pocos años no va a poder incinerarse».

En Gasteiz, un grupo de jóvenes ataviados con buzos y mascarillas desplegaron una pancarta advirtiendo de la «Emergencia climática» en el símbolo por excelencia de la Green Capital. «Hemos querido visibilizar el ‘capital gris’ que está haciendo negocio a costa de nuestro futuro», explicaron, tras la colocación de los logos de las diez empresas que más CO2 emitieron en 2018 sobre el símbolo verde de Gasteiz, con Edesa, Repsol-Petronor, Naturgy, ArcelorMittal y Cespa, a la cabeza.

Bilbo también fue escenario de movilizaciones en las que se reclamaron «medidas efectivas» como el uso de energías renovables o la reducción de plásticos.

En Ipar Euskal Herria, unos 500 jóvenes se sumaron a la segunda huelga estudiantil para denunciar las consecuencias del cambio climático. Estudiantes de los liceos de Angelu y Baiona bajaron a las calles para denunciar la falta de un compromiso claro con la transición social y ecológica por parte del Gobierno francés, y para reclamar una actuación decidida de parte de la ciudadanía.

Centraron su movilización en advertir de las consecuencias del consumismo y defendieron la agricultura local y el consumo responsable ante centros comerciales como Galeries Lafayette y el centro BAB2, así como establecimientos de comida rápida. Llamaron a los ciudadanos a alejarse de los «templos del consumo» y a apoyar formas de vida más sanas y responsables con el planeta.

Tras esta protesta, hoy habrá sendas jornadas de movilización, en Donibane-Garazi y en Baiona, en las que el colectivo Bizi reclamará un compromiso firme con el Planeta.