Ibai AZPARREN
IRUÑEA

Asiron sube en Iruñea; sus socios se la pegan

Joseba Asiron cosechó ayer unos grandes resultados en Iruñea, pero la bajada de sus socios I-E, Podemos y Aranzadi, que no lograron siquiera entrar en el Ayuntamiento, complican reeditar la Alcaldía. La decisión de estas formaciones de concurrir a las elecciones por separado resultó suicida para todas ellas y, por ende, letal para el Cambio.

Los de Asiron son unos resultados históricos porque, con siete concejales y 26.614 votos, EH Bildu consiguió la mayor representación del independentismo de izquierdas desde 1979, año en que la lista de Herri Batasuna encabezada por Patxi Zabaleta logró siete concejales y 17.986 votos. En aquella ocasión, Zabaleta no pudo ser alcalde de la ciudad. El PSN jugó fuerte y puso como condición indispensable que el alcalde debía ser su cabeza de lista, Julián Balduz. Así es como el PSN consiguió la ansiada vara de mando.

Pese a que EH Bildu obtiene dos concejalías y 10.000 votos más que en las elecciones municipales de 2015, el próximo 15 de junio Enrique Maya volverá a ser nombrado alcalde de Iruñea con toda probabilidad. La lista que encabezaba de Navarra Suma ha mejorado sus resultados respecto a UPN, ya que ha conseguido 13 ediles, frente a los 10 que había logrado en solitario, con el recuento al 99,7%. Esto supone un resultado más que rotundo. Eso sí, los números ya estaban ahí. En 2015, las formaciones de PP y Ciudadanos también presentaron candidatura a la capital, aunque sin pasar el corte del 5%. Ahí se perdieron unos 7.000 votos que hubieran impedido que la vara de mando de la ciudad pasara a las manos de EH Bildu.

Los cánticos de Esporrín

En tercera posición ha quedado el PSN de Maite Esporrín, que también ha mejorado resultado, al pasar de tres concejales a cinco. De esta manera, le ha arrebatado ese puesto a Geroa Bai, que ha caído de los cinco representantes logrados en 2015 a los dos obtenidos en estos comicios.

El partido de Esporrín parecía agonizar, pero ahora reverdece. Tiene posibilidades de hacer valer este apoyo popular y conseguir que el de la capital siga siendo un Consistorio progresista. Pero anoche, cuando se conocieron los resultados, no parecía por la labor. En la sede de su partido se divirtió cantando “Agur, Asiron”. Fueron sus primeras palabras en la valoración de los resultados.

Donde se ha producido la debacle para el Cambio ha sido en la izquierda no abertzale. En esta ocasión concurrían en ese espectro Aranzadi, Podemos e Izquierda-Ezkerra. Ninguno de ellos logró obtener representación, haciendo que el Cambio perdiera cuatro escaños con los que ha contado durante esta pasada legislatura. El corte para entrar en el Ayuntamiento iruindarra está en un 5% de votos, y el que más se acercó a esta cota fue Podemos, con un 3,82%. Aranzadi, por su parte, ni siquiera consiguió alcanzar el 1% de los votos. Y esto, pese a que tuvo un papel protagonista dentro del Ayuntamiento, llegando a tener bajo su mando áreas clave de la ciudad, como el de Movilidad.

Esa fragmentación de las listas ha hecho muy complicado mantener el Gobierno de la ciudad que las encuestas ya preveían muy ajustado. Aún con todo, entre las tresobtuvieron más de 8.500 votos, lo que pudiera haberse traducido en tres escaños. Quizá insuficientes, pero que hubieran dejado una imagen muy distinta de lo acontecido en la ciudad. La pugna de Régimen y Cambio estuvo francamente reñida si se cuentan votos y no únicamente ediles.

Con estos resultados y teniendo en cuenta que la mayoría absoluta se sitúa en 14, Esporrín tendrá que decidir si va a dejar que gobierne Maya o su partido por fin va a atreverse a dar un paso que buena parte de la sociedad le lleva demandando desde el «agostazo» de 2007. Mantener un veto hacia el alcalde que sacó de los Caídos a los golpistas Emilio Mola y José Sanjurjo no parece sostenible para un partido que se dice heredero de los represaliados del golpe de estado de 1936.

&dcThree;Se da la circunstancia, además, de que el PSN ha tenido unas discusiones muy fuertes con Maya y su equipo. El candidato de Navarra Suma no consiguió que el PSN le apoyara uno solo de sus presupuestos. Sin embargo, en los últimos meses sí que se ha evidenciado cierto deshielo entre el PSN y EH Bildu, con el acuerdo para desbloquear las inversiones financieramente sostenibles.

En esta situación, mantener un gobierno de progreso en Iruñea está, a día de hoy, complicadísimo. Las distintas fuerzas se tendrán que retratar.