Koldo LANDALUZE
CRÍTICA «#Placer femenino»

Cinco voces contra el silencio

Curtida en el formato documental, la cineasta suiza Barbara Miller ha dedicado buena parte de su interés en abordar diversas temáticas relativas a la sexualidad y, en concreto, al gran impacto de la pornografía dentro de la educación de los jóvenes. El origen de este proyecto nació en 2012 y mientras esta realizadora filmaba su anterior documental titulado “Voces prohibidas”. Profundamente sacudida por los testimonios aportados por multitud de mujeres de muy diferentes culturas y que daban sentido a este largometraje, Miller quiso profundizar mucho más en los silencios que la sociedad patriarcal impone a las mujeres en cuestiones relativas a la falta de libertades que padecen en su intento por reivindicar su pleno derecho a su autodeterminación y a su sexualidad plena. Para llevar a cabo este documental, ha tomado como ejemplo las voces de cinco mujeres que se negaron a prolongar sus silencios: una escritora exiliada de la comunidad judía ortodoxa, una sicoterapeuta y activista somalí víctima de la ablación, una artista japonesa condenada por obscenidad tras ser señalada debido a su opción creativa de imprimir su vulva en formato 3D, una exmonja que fue violada por un miembro del clero y cuyo caso fue silenciado por el Vaticano y una activista por los derechos sexuales y de género en la India. Las cinco porotagonistas aportan sus experiencias y destaca la fuerza del discurso que abanderan estas cinco voces que pretendieron ser calladas de muy diversas formas, desde la propia violencia y amenaza física, pasando por los engranajes judiciales o el silencio, olvido y desprecio que, en el caso de la estructura católica, provocan que sea la propia víctima la culpable de los males que sufrió. Más allá de los episodios puntuales que cada una de ellas protagonizan, lo que se revela es un conjunto interesante cuyo mensaje debería ser difundido más allá de su propio recorrido comercial.