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El Parlamento austríaco destituye al canciller Kurz tras el «Ibizagate»

El canciller austriaco, Sebastian Kurz, fue destituido ayer por una moción de censura aprobada por los principales partidos de la oposición, diez días después de que estallara el escándalo «Ibizagate» que acabó con la coalición que había formado con la ultraderecha.

Sebastian Kurz se convirtió en el primer canciller austriaco en ser derrocado por una moción de censura, y también en el que cumplió un mandato más breve, pese a gozar de una alta cota de popularidad. El destino del político de 32 años, en el poder desde finales de 2017, quedó fijado cuando la formación de extrema derecha FPÖ, otrora su aliada, decidió votar a favor de una moción de censura contra Kurz junto a los socialdemócratas del SPÖ. Ambas formaciones sumaron una mayoría de 103 escaños en un hemiciclo de 183.

Hasta no hace mucho, la derecha más dura de Europa ponía a Kurz como modelo, por el Gobierno que formó con la extrema derecha del FPÖ. Sin embargo, el escándalo de corrupción en el que se vieron sumidos sus socios ultraderechistas le acabó costando el puesto.

Y fue el FPÖ quien no dejó de atacar en los últimos días a Kurz, jefe de los conservadores del ÖVP, que los expulsó del gobierno tras las revelaciones del caso «Ibizagate», al publicarse un vídeo en el que el exlíder del FPÖ, Heinz-Christian Strache, proponía la adjudicación de contratos públicos a cambio del apoyo financiero ruso.

Strache, que tuvo que dimitir de todos sus cargos desde la publicación del escándalo, opinó ayer que exigir la salida del canciller es algo «comprensible y lógico». «Ha desaparecido la confianza», afirmó el secretario general de la formación, Harald Vilimsky.