Maider IANTZI
DONOSTIA

Llaman a llenar Bilbo ante el juicio al apoyo a los presos

Son 47 personas a las que les une la solidaridad con las presas y exiliadas, así como con sus familiares. Les une también la defensa de sus derechos en diferentes movilizaciones, juicios y en las propias cárceles. Desde hace seis años ellas también tienen en frente la amenaza de la prisión. La Fiscalía pide 601 años. Ahora son ellas las que apelan al apoyo de todas las ciudadanas «indignadas» por este juicio para organizar una gran marcha el 14 de setiembre.

El 16 de setiembre empezará el macrojuicio 11/13, en el que se sentarán en el banquillo 47 personas que se enfrentarán a una petición fiscal de 601 años de prisión. Han pasado 5 y 6 años desde que las detuvieron. Algunas de ellas fueron encarceladas y todas fueron procesadas.

«¿Qué hemos hecho para merecer semejantes peticiones?», plantearon en la comparecencia de ayer en Donostia, en la que participaron la mayoría de ellas y tomaron la palabra Amaia Izko y Ane Zelaia. En primer lugar, han «cuidado la salud de presas y exiliadas», organizando para ello «una red de profesionales de la Medicina y de Psicología». En segundo lugar, han organizado «movilizaciones en favor de los derechos que asisten a las presas y presos políticos vascos», reivindicaciones que han recibido «un amplio respaldo social».

También han realizado la «defensa jurídica de las personas presas y exiliadas, tanto en los juzgados como en las propias cárceles». Han formado «una amplia red de juristas y profesionales del Derecho» con ese objetivo. Además, como familiares, se han ayudado mutuamente «para intentar aligerar la carga de la pena añadida» que supone la dispersión.

En quinto lugar, han hecho un trabajo de «mediación entre las presas y exiliadas y los diferentes sectores de la sociedad, a fin de que pudieran estar conectadas con la realidad política de cada momento, poder realizar sus aportaciones y recibir las de los diferentes agentes».

Así resumieron su labor y se mostraron satisfechas de ella. «Ha sido enriquecedor formar parte de esta red de solidaridad (...). Ha sido positivo, pero también ha sido doloroso», manifestaron.

Vidas condicionadas

Izko y Zelaia indicaron que este largo procedimiento judicial ha condicionado sus vidas y las de las personas de su entorno, ya que tienen «la amenaza de la cárcel en frente». Destacaron que tienen 38 menores de edad a su cargo. «La situación es dura, no vamos a negarlo».

Recordaron que cuando las arrestaron estaban llevando a cabo este trabajo en el contexto de «una nueva época en la que comenzaban a abrirse vías para la solución del conflicto». En esa lógica se volcaba su «esfuerzo e ilusión por solucionar la cuestión de las presas y exiliadas». Consideran que fue por eso por lo que les «golpearon con operaciones policiales diseñadas en las cloacas del Estado».

Se ratifican en su labor y en la vigencia de las reivindicaciones que desarrollaron.

Valoraron los «importantes pasos» que se han dado en los últimos años con el «fin de aliviar y superar las consecuencias del conflicto en Euskal Herria. Han sido necesarios el reconocimiento de los diferentes sufrimientos y la empatía para poder dar esos pasos». Quisieron aplaudir el esfuerzo para «mirarse y sentirse mutuamente reconocidos» por tantas personas que han sufrido directamente las consecuencias del conflicto.

El 14 de setiembre

Agradecieron cada gesto de solidaridad que están recibiendo. A quienes les han hecho llegar su respaldo, a todas las que están «indignadas y enfadadas por este macrojuicio», les han pedido que acudan a la manifestación que están organizando para el 14 de setiembre, en Bilbo, dos días antes del inicio del juicio.

Se puede encontrar toda la información en la web «11-13makroepaiketa.eus». Han abierto, además, una cuenta en Laboral Kutxa para quien quiera colaborar en sufragar los gastos del juicio (ES82 3035 0057 9205 7005 9033).