Todos los trucos de trileros hoy quedarán revelados. El retrato va a ser más concreto y colorido que en la foto de Colón. Pero el propio partido resucitado que dirige Pedro Sánchez también va a hacerse fotitos para el calendario de los próximos cuatro años en algunas ciudades y gobiernos. PNV tan contento. Espléndido. Controlan presupuestos gordos y vías de tren que es lo que necesitan para seguir siendo felices y vender pintxos de tortilla en sus batzokis. Lo otro puede esperar. ¿Qué es lo otro? Eso.

¿Han visto la foto en la que se ve a alguien firmando un pacto cuyo documento está encabezado por los logos del trifacio? Los tres, sin escrúpulos. Pero dirigentes del tóxico naranja son mentirosos, cínicos, infantiloides, facinerosos, vieja, vieja política. Todo por el poder, por el dinero, la regeneración no existe. Ni se la espera. Y sus figuras públicas cada día se desmoronan más. Quizás el que representa la insuficiencia política de esta agrupación de trincones, sea Toni Cantó, antes mal actor, ahora peor político. Un acomplejado que saca bilis en cada mirada y que la vuelve a cagar mencionando en las Corts valencianas a Miguel Hernández, con una ignorancia política total. Es su manera de estar, mentir, convertir la política en un sainete.

Mañana, casi todo el pescado estará vendido. En teoría empieza una tranquilidad electoral, con excepción del oasis vasco, en manos de Urkullu. Escribo en teoría porque hoy se tomarán decisiones que pueden poner en peligro la investidura del gobierno ventral y allí en el rebote se podría llegar a una nueva convocatoria electoral. El Tribunal Supremo está presionando denodadamente para que así sea. La jugada sería el método Real Madrid para ganar campeonatos. No se pita el final hasta que marca Ramos. Nuevas elecciones hasta que Vox pueda decidir el gobierno de España.