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WASHINGTON

EEUU desafía a China con la venta de misiles y tanques a Taiwán

En medio de su enfrentamiento político y económico con China, Estados Unidos ha añadido una nueva afrenta con Pekín, al plantear la venta de misiles y tanques a Taiwán, por un valor de más de 2.200 millones de dólares. Washington defiende que la operación «no alterará los equilibrios militares básicos en la región», pero China ha exigido que paralice la venta y presentó una queja formal a Washington, que suma otro gesto de acercamiento a Taipéi.

El Pentágono planea vender a Taiwán material militar por un valor mayor de 2.200 millones de dólares, con lo que EEUU refuerza su posición como principal proveedor de armas a la isla. La transacción, de la que ha informado al Congreso, contempla la venta de 108 tanques tipo M1A2T Abrams, así como de 250 misiles Stinger.

El acuerdo, que fue pactado entre la Agencia del Pentágono para Seguridad y Cooperación y la Oficina Representativa Económica y Cultural de Taipéi en Washington, también incluye otros vehículos y munición.

En su comunicación al Congreso, el Departamento de Defensa defiende que la transacción «no alterará los equilibrios militares básicos en la región» y que contribuye a que Taiwán pueda «enfrentar amenazas regionales presentes y futuras».

En mayo, los principales jefes de seguridad de EEUU y Taiwán, John Bolton y David Lee, respectivamente, mantuvieron una reunión por primera vez desde la ruptura de las relaciones diplomáticas hace 40 años, un encuentro que Pekín lamentó.

Poco después de ganar las elecciones a la Casa Blanca, Trump ya había provocado su primera crisis diplomática con China al hablar con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, en el contacto de más alto nivel entre Taipéi y Washington desde 1979.

Más tarde, Trump cuestionó la política de «una sola China» aunque luego se comprometió con su homólogo chino, Xi Jinping, a respetarla. El presidente de EEUU, sin embargo, ha tenido otros gestos con Taiwán desde que llegó al poder, como las amenazas de represalias contra los aliados diplomáticos taiwaneses que rompan sus relaciones con la isla en favor de China. El Ministerio de Asuntos Exteriores taiwanés aseguro que la venta de material militar «demuestra el apoyo del Gobierno estadounidense a las necesidades de Defensa de Taiwán, así como su firme determinación de cumplir con sus compromisos de seguridad», y que mejora la capacidad disuasoria» de Taiwán frente a las «provocaciones militares» y la «amenaza» de Pekín. Por su parte, el Gobierno chino aseguró que la venta viola las leyes internacionales, y presentó una queja formal ante las autoridades estadounidenses. «Lo condenamos y nos oponemos. Taiwán pertenece a China (...). Paren (la venta) para evitar que las relaciones empeoren», señaló el portavoz de la cancillería china, Geng Shuang.

 

Lam da por muerta la ley de extradición de Hong Kong

«Doy por muerto el proyecto de ley de extradición», aseguró ayer la jefa del Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, en otro paso atrás en su discurso. Anteriormente, Lam había dejado la ley «en suspenso», dando a entender que el proyecto perecería por sí solo al término de la actual legislatura. Además, anunció la creación de un comité de investigación independiente para fiscalizar la actuación de la Policía durante las protestas que han sacudido la ciudad durante el último mes. No obstante, el Frente Civil de Derechos Humanos –principal promotor de las protestas– consideró que las palabras de Lam «no significan nada nuevo», y destacó «su rechazo a decir que retira la iniciativa». Su portavoz, Bonnie Leung, pidió la creación de un comité «realmente independiente» para investigar lo ocurrido y recalcó que la jefa del Ejecutivo no ha cumplido ninguna de sus cinco demandas: la retirada definitiva del proyecto de ley, su dimisión, dejar de considerar las protestas como disturbios, la libertad de los detenidos y abrir una investigación sobre la violencia policial, por lo que no descartó que se produzcan nuevas protestas.

Entretanto, el Gobierno chino se limitó a reiterar su «apoyo» al Ejecutivo de Lam y sus decisiones, señalando que «ninguna organización, fuerza extranjera o individuo tiene permitido injerir en ellos», y exigió a EEUU que sea más prudente en sus hechos y sus palabras.GARA