Ingo NIEBEL&hTab;
Historiador y periodista
REPERCUSIÓN EN ALEMANIA DE LA ELECCIÓN DE VON DER LEYEN

Angela Merkel vuelve a sorprender a sus socios y a sus críticos

A la sorpresa que supuso que Angela Merkel (CDU) presentara a su ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, como candidata a presidir la Comisión Europea le ha seguido la decisión de la canciller de colocar a la presidenta de su partido, Annegret Kramp-Karrenbauer, al frente a las Fuerzas Armadas, ahondando la pugna entre sus posibles sucesores.

En víspera de su 65 cumpleaños, la canciller alemana, Angela Merkel, ha logrado situar en dos posiciones favorables a dos personas que le han mostrado lealtad. Pero esas decisiones han aumentado el rechazo de sus adversarios en el seno de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y minado, aún más, la Gran Coalición con el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD). Así da un mayor margen de maniobra a su partido, en general, pero en particular a aquella persona de entre sus correligionarios que le suceda al frente del Ejecutivo cuando deje la Cancillería.

Con la elección de Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea, tomando el relevo al luxemburgués Jean-Claude Juncker en el cargo, Merkel ha logrado tres objetivos. Primero, ha beneficiado a una de sus ministras que siempre le ha sido leal. Segundo, le ha quitado un peso de encima a su partido ya que una comisión del Parlamento alemán (Bundestag) está investigando una serie de irregularidades detectadas en el Ministerio Federal de Defensa, dirigido por Von der Leyen. Y tercero, esta podría haber debido su ajustada elección a los diputados de la ultraderechista Lega Nord italiana y al apoyo de los estados del este de Europa, gobernados por partidos que se hallan en general a la derecha de la CDU. Si en adelante la derecha, formada por conservadores moderados y ultras de todo tipo, es la fuerza dominante, Von der Leyen tendrá que responder de alguna manera a los apoyos recibidos acercando a esos partidos a posiciones compatibles con la CDU –o viceversa–.

Que la futura CDU posmerkeliana girará de nuevo hacia la derecha es ante todo cuestión de saber cuándo y cómo. Las tres elecciones regionales prevista para setiembre en el este alemán influirán en ello, sobre todo si la xenófoba Alternativa para Alemania (AfD) empata con la CDU o incluso la rebasa y se sitúa como primera fuerza política.

Esta perspectiva explicaría también el otro golpe de mano con el que Merkel sorprendió el martes a amigos y enemigos, al nombrar a la presidenta de su partido, Annegret Kramp-Karrenbauer (AKK) como nueva ministra de Defensa. Hace tan solo un par de semanas, la jefa de la CDU había negado su ingreso en el Gabinete de la GroKo. Que ahora haya dado un giro de 180 grados es más que oportunismo político. De esta forma, Merkel le da la oportunidad de volver al ruedo para lidiar con el ministro presidente de Renania del Norte Westfalia, Armin Laschet, y con el banquero de inversión Friedrich Merz para dirigir un futuro Gobierno federal. Al favorecer a AKK, la canciller ha frenado en seco a uno de sus mayores críticos internos, el ambicioso ministro de Sanidad, Jens Spahn (CDU).

Después de haber dirigido casi todos los ministerios del País de Sarre, además de su Ejecutivo regional, AKK dispone ya de la experiencia que en Alemania se considera necesaria para ser canciller. Ahora puede ampliar sus conocimientos en materia militar y también en política exterior, dos ámbitos que podrían ser esenciales para una futura jefa de Gobierno si la crisis entre EEUU e Irán derivara en una guerra. En estos momentos, AKK, de acuerdo a la Ley Fundamental, manda y ordena las Fuerzas Armadas. No obstante, también hereda de su sucesora los múltiples escándalos y debilidades de los tres ejércitos, ocupando así un asiento eyectable. El 20 de julio, 70 aniversario del fallido «golpe de los coroneles» contra Hitler, la nueva ministra tendrá la oportunidad de explicar su política de defensa.

Mientras tanto, el SPD y la bávara Unión Social Cristiana (CSU) siguen creando un clima político que les podría permitir terminar la GroKo tras el verano. La socia regional de la CDU echa en cara a los socialdemócratas haber rechazado la candidatura de Von der Leyen.

El SPD justifica no haberla apoyado señalando que la CDU hizo campaña con otro candidato principal, Manfred Weber (CSU).