GARA
ROMA

Italia despide al escritor Andrea Camilleri, maestro de la novela negra

Andrea Camilleri, que llevaba un mes ingresado tras sufrir un paro cardíaco, falleció ayer en Roma a los 93 años.

Mientras su familia pidió ayer que sus lectores no acudiesen al hospital a dar su adiós al maestro de la novela negra y anunciaron un funeral privado, las redes sociales recogieron cientos de mensajes de despedida a un siciliano universal como su personaje más conocido, el comisario Montalbano.

“Ciao” y “grazie” fueron las palabras que más se repitieron en las redes de todos aquellos que gracias a sus novelas se acercaron al placer de la lectura.

Nunca ocultó su ser comunista y sus dardos envenenados contra políticos como Silvio Berlusconi o actualmente el ministro de Interior, Matteo Salvini. Hoy cuenta solo su enorme talento literario. El mismo Salvini escribía en Twitter: «Adiós a Andrea Camilleri, papá de Montalbano y narrador incansable de su Sicilia».

Camilleri nació el 6 de setiembre de 1925 en la localidad italiana de Porto Empedocle y en sus inicios comenzó a trabajar como director de teatro, aunque posteriormente se desempeñó adaptando obras literarias para la radio y la televisión. Sus 100 libros, 27 dedicados a las aventuras de Montalbano, se han traducido a 120 idiomas y han vendido cerca de 31 millones de copias solo en Italia.

Y eso que fue rechazado hasta 14 veces por varias casas editoriales y empezó su carrera literaria con 53 años gracias a la publicación “Il corso delle cose” en 1978 y el gran éxito le llegó en 1994 a los 70 años con “La forma dell’acqua”. La serie de televisión sobre el comisario siciliano ha sido vista por cerca 1.200 millones de telespectadores.

Y ahora todos esperan la publicación póstuma de “Riccardino”, la obra ya entregada a Sellerio y que quiso que se publicase tras su muerte.

Pero como escritor empedernido que era, a pesar de su ceguera que le obligaba a dictar sus escritos, se cree que guardaba muchas novelas en el cajón.

La Editorial Salamandra, que ha publicado en el Estado español la mayoría de sus obras, calificó al autor como «una de las voces más auténticas» de la literatura internacional.