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Los nigerianos del norte siguen huyendo de sus pueblos cuando el yihadista Boko Haram cumple ya diez años

La violencia del grupo yihadista Boko Haram mantiene en la miseria a millones de desplazados en el nordeste de Nigeria diez años después del comienzo de sus ataques, según denunció ayer el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC).

Más de dos millones de personas siguen desplazadas de sus hogares en los estados nororientales de Borno, Adamawa y Yobe (de los que el 80% son mujeres y niños) como consecuencia del conflicto con Boko Haram, señaló el NRC en un comunicado.

En precario

Asimismo, más de siete millones de personas dependen de asistencia humanitaria para su supervivencia en esa zona. «Cada semana la gente sigue huyendo de la violencia y la inseguridad en el nordeste de Nigeria. Muchos se instalan a lo largo de carreteras o en franjas de tierra vacías sin saneamiento y puntos de agua adecuados», afirmó el director de la organización no gubernamental en Nigeria, Eric Batonon.

Tan solo desde el pasado enero, unas 134.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares. En el estado de Borno, más de 180.000 personas necesitan alojamiento actualmente y, a medida que se acerca la temporada de lluvias, aumenta el temor a un nuevo brote de cólera que pueda ser letal para personas tan debilitadas, subraya el NRC, que tiene representación en más de treinta países, muchos de ellos en África.

El año pasado se confirmaron en este territorio unos 10.000 casos de cólera que causaron 175 muertos, si bien esa cifra es conservadora.

Por eso, la organización noruega instó a los países donantes a redoblar su apoyo económico para ayudar a todas esas personas en «una de las zonas más volátiles del mundo. Después de una década de conflicto, debemos demostrarles que no han sido olvidados», insistió ayer Batonon.

El 26 de julio de 2009, Boko Haram empezó una ola de ataques contra las fuerzas de seguridad nigerianas que supusieron la muerte de su líder, Mohameh Yusuf, fundador de la organización en 2002 y ejecutado por la Policía cuatro días después del levantamiento.

27.000 muertos

Desde entonces, el nordeste de Nigeria y comarcas limítrofes de Chad, Níger y Camerún sufren la violencia yihadista de Boko Haram, que significa «la educación occidental es pecado» en lengua hausa y lucha por imponer un Estado de corte islámico en este país, de mayoría musulmana en el norte y de predominio cristiano en el sur. Durante su sangrienta campaña, que también ha salpicado a países vecinos, el grupo ha matado a más de 27.000 personas, según la Organización de Naciones Unidas.