Raimundo Fitero
DE REOJO

Muecas

La mueca del miedo y el gesto de la irresponsabilidad. Vale, han pasado las horas, los días, ha ganado el No a la investidura de Pedro Sánchez, nos quedan cuarenta y ocho horas hasta que se resuelva este embrollo. Por ustedes, por el medio ambiente y porque no tengo resuelto algún problema de lactancia, me lo he tragado entero. Voy por asuntos curiosos: cuando estaba interviniendo Esteban, la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, daba en el patio del congreso una rueda de prensa y la señal institucional olvidaba al interviniente y se dedicaba a la propaganda de un partido que está buscando una salida al laberinto.

De todos cuantos han intervenido, el que preocupa más a las autoridades sanitarias es el descerebrado de Rivera, que acompañado por la caricata Arrimadas, no dejan de convertir ese Parlamento en una taberna con lavabos muy visitados. El pistolero de Amurrio es un bronco ignorante musculado. Pero Rivera es un gamberrito de extrema derecha que se cree gracioso y da pena. En este sentido, Casado le ha ganado en profundidad y compostura y el resto de partidos, los que en teoría son comunistas, independentistas y demás declamación descalificadora reiterada del trifacio, han demostrado mejor educación, más profundidad, respeto y por lo tanto una actitud más constitucionalista que la de estos impresentables bronquistas naranjitos tan cercanos Vox.

El debut de Mertxe Aizpurua me ha parecido políticamente muy medido, sin renunciar a las vindicaciones, tender la mano para posibles soluciones. Y he sentido algo curioso al ver de nuevo a la que fue mi directora, esta vez en el Parlamento y en una televisión española. Pasan los años, crece la identidad, la capacidad para estructurar un buen discurso que sirva para crear espacios de convivencia sin renunciar a nada ni hacer muecas.