GARA
NANTES

Movilización en Nantes contra la brutalidad policial y homenaje a un fallecido

La jornada de homenajes a Steve Maia Caniço, fallecido en una intervención policial en Nantes, mostró la indignación por las actuaciones de la Policía francesa, a la que hicieron frente los manifestantes.

Tras una emotiva concentración por la mañana en homenaje al joven Steve Maia Caniço cerca del lugar donde apareció su cadáver en las orillas del Loira, por la tarde la tensión estalló en las protestas que ayer se llevaron a cabo en Nantes contra la brutalidad policial.

Steve Maia desapareció la noche del 21 de junio cuando asistía a un concierto. Al menos 14 personas cayeron aquel día al Loira cuando la Policía irrumpió en la zona porque el acto había sobrepasado el horario permitido, y muchos relataron haber sido cegados por los gases lacrimógenos.

El cuerpo de Steve Maia Caniço, un joven monitor de actividades extraescolares, apareció un kilómetro aguas abajo el pasado lunes.

Junto a un retrato del joven fallecido, los manifestantes, con brazaletes negros en los que se leía «¿Dónde está la justicia para Steve?», lanzaron flores al cauce fluvial y marcharon por Nantes al grito de «¡Asesinos!», «Todos odian a la Policía» y «La Policía mutila, la Policía asesina».

Las autoridades habían limitado el acceso al centro de la ciudad y cerrado algunas zonas, pero cientos de manifestantes marcharon hasta la Prefectura, donde intentaron colocar una pancarta, y se enfrentaron a las fuerzas de seguridad, que volvieron a utilizar gases lacrimógenos y cañones de agua.

También se levantaron barricadas de fuego y al menos 34 personas fueron detenidas acusadas de «hechos de violencia o transporte de armas». Varias resultaron heridas.

Los manifestantes acusaron directamente a la Policía y al ministro de Interior, Christophe Castaner. «Según el IGPN, se confirma el asesinato», «La Policía ahoga», se leía en pintadas y pancartas.

La familia del joven fallecido se desvinculó de cualquier acto de violencia y solicitó un apoyo «amigable, artístico y pacífico», según señaló su abogada, Cecile de Oliveira.

Entre los manifestantes se encontraban muchas madres que expresaron su temor por la vida de sus hijas e hijos que frecuentan festivales de música como el del 21 de junio.

«Chalecos amarillos»

Las movilizaciones se multiplicaron por otros lugares del Estado francés, como ocurrió en París, Montpellier o Toulouse, muchas de ellas convocadas también por grupos de «chalecos amarillos».

En la capital se guardó un minuto de silencio en la plaza de la República, donde los manifestantes depositaron rosas blancas bajo la vigilancia de un fuerte dispositivo policial.

«Hay tres culpables: el primero, el que da las órdenes, es Castaner; el segundo es el prefecto de Nantes; y el tercero, el comisario de Nantes», indicaba Jean-Christian, uno de los «chalecos amarillos» que participaron en el homenaje.